Las faltas de lluvias, el cambio topográfico y la poca capacidad de respuestas de las instituciones del Estado están condenando a México a tener una pérdida en el sector de la agricultura y unas consecuencias sociales devastadoras. El 84% del territorio nacional mexicano está siendo afectado por esta sequía, las producciones agrícolas podrían sobrevivir dependiendo de la cantidad de agua que se pueda acumular en lo que queda de año. El año pasado, las lluvias no pudieron abastecer a todo el conjunto de presas, provocando que más de 200 presas se encontraran por debajo del 50% de acumulación de agua, y 61 de ellas se encuentran en estado crítico con un menos de un 25%.
El Estado mexicano, no ha podido evolucionar con respecto a cómo resolver este tipo de problemas. En 2011, la sequía provocó una hambruna en el estado de Chihuahua, durante ese momento México tenía un 95% de afectación en todo el territorio nacional, hoy en día hay un 84%, tan solo a 10 puntos del peor escenario. Según los datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), se establece que siete de los 32 estados del país se encuentran en condiciones desfavorables; “los niveles en muchas de las presas del país son muy bajos, principalmente en los estados de Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua y también en la región del Bajío; la falta de agua en las zonas de riego es un tema muy preocupante”, dijo Juan Carlos Anaya, presidente de la GCMA, a la agencia EFE.
El fenómeno ‘La Niña’ es el efecto climático que ha ocasionado la escasez de lluvia en estas zonas del planeta, que afecta de manera directa a las económicas de los estados, ya que tienen una política económica con un sector primario muy fuerte. ‘La Niña’ afectó a Brasil, Argentina, Estados Unidos y México. “La sequía afectará la producción de granos básicos, pero también a la caña de azúcar y otros productos agrícolas. Además de ganaderos, lo que provocará un daño a los productores, …. vamos a tener un fuerte impacto en el sector y por estados será menos o más grave, pero en un 70% del territorio vemos situaciones que no veíamos desde hace una década”, dijo Anaya.
Blanca Jiménez, directora de CONAGUA, la institución pública encargada de las distribuciones de aguas, explicó que el problema de la sequía proviene del déficit de lluvias en 2020, que representa un 3% menos que en el 2019, y que durante la pandemia se generó una demanda adicional de suministro de agua, dentro de las grandes ciudades que tienen una alta demanda, “el almacenamiento de las presas más importantes del país se vio afectado; una sequía en un desierto es normal y no es un problema pero una sequía en zonas altamente pobladas o agrícolas es preocupante”, dijo Jiménez a la agencia EFE.
El monitoreo de este fenómeno indica que unos 1.295 municipios en el país sufrirán una “sequía moderada“, mientras unos 488 tendrán una situación “anormal seca“. Este problema se podría empeorar, México debe buscar medidas de prevención y mitigación como el ahorro del líquido, y cómo se debe prevenir el despilfarro de agua en los hogares. Las regiones más afectadas serán en la zona del noroeste y noreste del país, como Guanajuato, Michoacán, Guerrero y la costa de Oaxaca. Actualmente se han registrado 80 incendios forestales, afectando 17.524 hectáreas.
El 76% del uso del agua en México se destina, al uso agrícola, el 14% para el uso domestico, y el resto para la industria y electricidad, el acceso a este recurso no es sostenible en el tiempo si no se cambia el modelo. Judith Domínguez, coordinadora del Observatorio de Seguridad Hídrica, le comento al diario El País: “Estamos mejor preparados con información, pero al final todo está sujeto a decisiones políticas y espontáneas cuando tendrían que ser decisiones preventivas con criterios técnicos”. Ella sugiere que se debe prever la sequía con anticipación, y, de esta manera, se podría reducir el consumo de agua domestico y agrícola para poder ahorrar para los momentos mas difíciles.
Coordinador América Latina: José Antonio Sierra