La economía de Túnez se tambalea ante la crisis sanitaria
NOTI-AMERICA.COM (ESPANA)
La economía de Túnez se tambalea ante la crisis sanitaria
La ausencia de estabilidad política en Túnez y los repentinos cambios de Gobierno (tres en el último año) han creado divisiones en el Parlamento y crispación entre los ciudadanos. Esto ha provocado que las políticas comunes para paliar la pandemia y atajar las dificultades económicas se hayan entorpecido y retrasado. Los observadores económicos han advertido al primer ministro, Hichem Mechichi, que las secuelas de la crisis se van a sentir fuertemente en el país en los próximos años.
El jefe de Gobierno, Hichem Mechichi, ha asegurado este martes durante una rueda de prensa al término de su encuentro con expertos económicos que «la historia de Túnez no ha conocido una crisis económica y social como la actual». Mechichi añadió que» el coronavirus ha agravado la crisis social”. El patrón se repite a nivel internacional, la crisis del coronavirus está haciendo mella en todas partes y los países con las economías más debilitadas están empezando a preparar planes de recuperación.
Los expertos han transmitido su temor al primer ministro Mechichi sobre la posible quiebra del país, que se ha visto envuelto en una ola de protestas. La interrupción de la producción en ciertos sectores como el petróleo debido a la pandemia ha sido calificada por el primer ministro como un grave error. Después de haber escuchado todas las recomendaciones, Mechichi ha declarado que: “En el futuro el Estado no aceptará la suspensión de las actividades económicas”.
Tanto la producción del crudo, como el cierre del ferrocarril para transportar fosfatos, están afectando directamente a la economía del país y el presidente ha reiterado en varias ocasiones que “no volverán a tomarse estas medidas, porque esto significa cortar el sustento de los tunecinos”.
PHOTO/REUTERS – Vista general de la planta de producción de fosfato de Mdhilla (Túnez)
El discurso del primer ministro se produce a raíz de un debate de varios días sobre la negativa del Banco Central tunecino a comprar bonos del tesoro para financiar un déficit fiscal récord esperado equivalente al 14% de la producción nacional. Mechichi afirmó que volverá a pedir al Banco Central que financie un déficit de 3.000 millones de dinares mediante la compra de bonos del tesoro, y señaló que «reduciremos el déficit presupuestario del año actual del 14 al 12%».
La idea de que Túnez alcance el déficit presupuestario más alto en casi 40 años deja vislumbrar la crisis económica que pesa sobre sus hombros. Los círculos económicos también lo atribuyen al aumento del gasto que ascendió a 4.000 millones de dólares para paliar las consecuencias para la salud de la pandemia. Los impactos de la crisis ya están empezando a florecer y no serán pasajeros, “la pandemia tendrá efectos económicos durante dos o tres años », ha añadido el presidente.
Sin embargo, políticos de la oposición no están de acuerdo con Mechichi en su visión de la situación de crisis y exigen que anuncie un plan de medidas claras para contener el estallido social y paralizar la crisis económica. El secretario general del Movimiento Adelante de Túnez, Abid al-Bariki, dijo que “la crisis económica en Túnez no es algo nuevo y parece que el equipo de Gobierno no es consciente de la situación y sus detalles”.
En una declaración al diario Al-Arab, Al-Bariki agregó que “Mechichi sabía que había crisis, cierres de carreteras y protestas. En virtud de su conocimiento debería tener un programa claro y métodos de tratamiento”.
El primer ministro Mechichi todavía está conformando sus políticas e intentando romper el estancamiento político ante la «nueva troika parlamentaria» liderada por el Movimiento Islámico Ennahda (con 54 diputados), con la Coalición de la Dignidad (con 19 diputados) y el Partido Corazón de Túnez (con 30 diputados).
Todos estos datos complican la tarea de las instituciones estatales de poner fin a la crisis económica y social de meses que han empeorado con las medidas preventivas contra la COVID-19. Al-Bariki agregó que “esta situación distorsiona la imagen de Túnez en el mundo y espanta a los inversores”.
PHOTO/REUTERS – Banco central en Túnez
Bajo el efecto de la crisis sanitaria del coronavirus y las medidas de contención total decretadas durante el mes de marzo, la economía tunecina ha registrado su mayor contracción desde 1997, cuando el Instituto Nacional de Estadística (INS) empezó a elaborar las cuentas trimestrales.
Túnez vive desde hace diez años un cúmulo de problemas económicos y financieros de gran envergadura que amenaza, según los economistas, su soberanía. En cualquier caso, a Mechichi le ha tocado manejar un pesado legado económico y negociar una situación social incómoda.
Esta histórica contracción económica se explica principalmente por la caída del crecimiento hasta el 21,6% interanual al cierre del segundo trimestre de 2020. Una situación que pondrá a prueba las finanzas públicas y afectará a casi todos los sectores, en particular a las actividades de hoteles, cafés y restaurantes, las más afectadas por esta crisis con una caída del crecimiento del 77,5%.
“Las actividades del sector servicios han sido las más afectadas por la pandemia con una contracción del 30,4% en el valor agregado general de los servicios de mercado. Así, las restricciones de tráfico y los cierres de fronteras han afectado gravemente la actividad de hoteles, cafés y restaurantes, así como los servicios de transporte”, explicó el director general del INS, Adnen Lassoued.
AFP/ FATHI NASRI – Manifestantes tunecinos posan para una foto en la planta de petróleo y gas de el-Kamour, en el estado sureño de Tataouine, en Túnez.
La inestabilidad social que viene viviendo el país se ha visto acentuada por la subida de la tasa de paro hasta el 15,1% en el primer trimestre de 2020, datos que crecen por primera vez en año y medio. El número de desempleados estimado para el segundo trimestre de 2020 se sitúa en 746.400 frente a 634.800 para el primer trimestre de 2020, es decir, la tasa de desempleo aumentaría hasta el 18% en el segundo trimestre para una población activa de 4,1 millones de personas.
Hichem Mechichi va a tener que lidiar con una gran recesión económica y poner un plan de recuperación que convenza a los miembros del Parlamento. Así como tomar medidas para paliar el malestar social y el aumento de la tasa de desempleo.