Calviño evita confirmar su candidatura al frente del Eurogrupo por: María G. Zornoza
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¿Apostar por Calviño al frente del Eurogrupo o por González Laya a los mandos de la OMC? ¿Interesa más a España asumir la Presidencia de los Diecinueve creando consensos o permanecer en segunda línea pujando por fuerza en el Fondo de Recuperación? Son las dos variables que Pedro Sánchez estudia para decidir si presentar a la vicepresidenta económica como candidata del Eurogrupo. El día en el que arranca la carrera sucesoria, Calviño apela a la cautela y evita “especular” sobre su postulación.
Mario Centeno, presidente saliente del Eurogrupo, abre este jueves el procedimiento para la carrera sucesoria. El nombre de la española Nadia Calviño, vicepresidente económica de España, es el que más fuerza toma en las quinielas. Sin embargo, en una comparecencia virtual previa a la cita, ha evitado despejar las dudas sobre su candidatura.
“España ha jugado papel clave en la respuesta europea [al Covid-19], que ha sido reconocido por las instituciones europeas y por los diferentes países. Este reconocimiento puede explicar que se hable de un candidato español”, ha señalado ante la insistencia de los periodistas. Calviño insiste en que la decisión sobre presentarse o no a liderar el Eurogrupo corresponde a Pedro Sánchez, que la valorará “en los próximos días” teniendo en cuenta “el interés público y cuál es la mejor decisión para España”.
Dos son los elementos que juegan un papel clave en la toma de decisión. Por un lado, el nombre de Arancha González Laya, ministra de Asuntos Exteriores, suena con fuerza para dirigir la Organización Mundial del Comercio (OMC). Según la regla no escrita de la institución, es el turno de un europeo. Phil Hogan, comisario de Comercio, ha mostrado su interés en postularse al cargo, pero en el caso español vuelve a primar la discreción. El equilibrio de poder y nacionalidad en las esferas europeas, haría muy improbable el aval de las dos candidatas.
Calviño ha reconocido el “excelente trabajo” de su “compañero y amigo” Mario Centeno. La española ha destacado su “gran capacidad de consenso” y “los avances de gran importancia” conseguidos bajo su mandato para articular la respuesta europea al Covid-19. A comienzos de abril y en tiempo récord acordó un triple escudo de 500.000 millones de euros. La capacidad de crear consensos en países con apuestas financieras tan distantes es uno de los emblemas del cargo. Madrid tiene que poner en la balanza si prefiere la Presidencia o apuesta por mantenerse en segunda línea peleando hasta el último céntimo en las agitadas negociaciones sobre el Fondo de Recuperación que arrancan la próxima semana.
El portugués dejará las riendas del Ministerio de Economía y Finanzas luso la próxima semana y concluirá su mandato al frente del Eurogrupo el 13 de julio. Le sucederá Joao Leao, actual secretario de Estado de Presupuestos. Durante la cita de este jueves iniciará el proceso de la carrera sucesoria, que espera tener un resultado para el 9 de julio.
La elección de Calviño seguiría la línea de Centeno en el dique de contención de los más ortodoxos como el holandés Hoekstra en plena crisis sanitaria y económica. La española cuenta además con gran experiencia en los despachos de Bruselas y destaca por ser el perfil tecnócrata del Gobierno español. Ya en 2015, España buscó ocupar el trono del Eurogrupo con la candidatura de Luis de Guindos, pero finalmente el puesto fue a parar a manos de Dijsselbloem. El holandés destacó por su línea dura durante las negociaciones de la crisis financiera griega. De ser elegida, Calviño sería la primera mujer y la primera española a la cabeza del Eurogrupo. Otro de los nombres que suena con fuerza es el del ministro luxemburgués Pierre Gramegna. Los interesados tienen hasta el 25 de junio para presentar sus candidaturas. La elección se celebra por mayoría simple.