Madre Carmen Rendiles tercera beata venezolana
(ANSA) – CARACAS – La Madre Carmen Rendiles «ejemplo de humildad y devoción» fue beatificada hoy en Caracas en una ceremonia oficiada por el enviado del papa Francisco, cardenal Ángelo Amato.
Sin importar el inclemente sol, cientos de venezolanos, devotos, y fieles, abarrotaron el estado universitario caraqueño, para celebrar la santificación de la tercera beata de los venezolanos y la primera caraqueña.
«A partir de ahora y en adelante sea proclamada con el nombre de beata y que todos los años el día 9 de mayo cuando fue glorificada en el cielo, en los lugares y formas ajustados a la normativa del derecho, se pueda celebrar su memoria», dijo Amato, prefecto para la congregación para la causa de los santos en la ceremonia.
Durante sus palabras destacó que «la madre Carmen fue hasta el final una mujer fiel a su consagración religiosa» y que «su fe era profunda, auténtica, integra y madura» «La madre Carmen fue admirable por su humildad, su vida estuvo llena de humillaciones, nació con una llamativo defecto físico, llamó inútilmente a las puertas de muchas congregaciones, soportó amargamente la división de la congregación francesa en la que finalmente había sido acogida y formada», dijo Amato destacó que la fiesta la nueva beata se realiza, después de que en mayo, el papa Juan Pablo II santificó a la Madre María de San José, y en 2008 a la Madre Candelaria de San José «Los santos son el rostro más bello de Venezuela porque en sus vidas siempre han hecho el bien, especialmente a los pequeños y a los necesitados», afirmó.
A su vez el cardenal Jorge Urosa Savino, destacó que «el mensaje principal de esta beatificación es amar a Dios sobre todo las cosas y al prójimo como a nosotros mismos».
«Tenemos que acercarnos a Dios. Uno de los graves problemas que tenemos los venezolanos de hoy es la indiferencia religiosa, y la Madre Carmen nos da ese mensaje», dijo.
Explicó que la beatificación significa que se le puede rendir culto público y «podemos pedirle a ella que nos ayuda e intercede por nosotros».
Rendiles a quien le faltaba el brazo izquierdo, nació en Caracas el 11 de agosto de 1903, e ingresó en 1927 a la comunidad religiosa francesa Congregación Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento, de la cual se separó en 1966, y luego creó la Congregación de Siervas de Jesús que dirigió hasta su fallecimiento, en 1977.
La causa de la santidad de la madre Carmen Rendiles se abrió en 1995, con el papado de Juan Pablo II, y en el 2012 fue declarada venerable.
El milagro por el cual llegó a los altares fue el que le concedió a Trinitte Durán de Branger, médica cirujana, tras recibir una descarga eléctrica durante una cirugía que le generó graves problemas en el brazo, en el 2003. De acuerdo con el Arzobispado de Caracas, Durán antes de ser operada, pasó por el Colegio Belén de las Siervas de Jesús en Caracas y habló con sor María, hermana de sangre de Rendiles. Ambas entraron a rezar y, según Durán, del cuadro de la madre Carmen salió un rayo de luz que llegó hasta su hombro y la curó el brazo.
Los restos de la madre Carmen Rendiles están en una tumba en la entrada de la capilla del Colegio Belén, en la ciudad capital venezolana. (ANSA).