A medida que van pasando los meses parece que Estados Unidos e Irán se encuentran cada vez más cerca de llegar a un punto en común. Mientras la vuelta al pacto nuclear de 2015 se sigue dilatando desde el mes de abril, la desconfianza que se profesan Washington y Teherán es un obstáculo difícil de sortear, ninguno de los dos países está dispuesto a dar el primer paso, por lo que las negociaciones se encuentran en un punto muerto a pesar del optimismo que intentan mostrar los países firmantes del pacto. Sin embargo, paralelamente a las conversaciones de Viena, sendas delegaciones estadounidenses e iraníes mantienen conversaciones informales sobre el intercambio de prisioneros.
El enviado estadounidense para Irán, Robert Malley, señaló que el presidente Joe Biden insiste en la liberación de todos los estadounidenses y no aceptará «acuerdos parciales». Malley calificó la liberación de los estadounidenses prisioneros en la República Islámica como una «prioridad», añadiendo que «se han logrado algunos avances» en las negociaciones con Irán, según informó NBC News.
Al preguntársele sobre las declaraciones de Malley, el portavoz del Gobierno iraní, Ali Rabiei, confirmó estas conversaciones, agregando que Teherán pide la liberación de todos los prisioneros iraníes, no sólo de aquellos detenidos en Estados Unidos. Irán «está dispuesto a intercambiar a todos los prisioneros políticos a cambio de la liberación de todos los presos iraníes en el mundo», señaló en una conferencia de prensa televisada. Entre éstos se encuentran los «que han sido detenidos por orden de Estados Unidos» o a solicitud de Washington, agregó, afirmando que «las negociaciones sobre este asunto están actualmente en curso».
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Saed Jatibzadé, indicó que el ministro Mohamad Javad Zarif había «presentado un plan para intercambiar a todos los prisioneros iraníes y estadounidenses», de acuerdo con la agencia oficial de noticias IRNA. «La Administración Biden también trató este asunto desde el primer día» en el cargo, añadió.
El expresidente estadounidense, Donald Trump, decidió salirse del pacto nuclear de manera unilateral en 2018 y reimponer las sanciones económicas a la República Islámica optando por la “política de asfixia”. Irán, por su parte, ha ido saltándose el pacto nuclear de manera más constante como método de presión a Estados Unidos para que levante las sanciones económicas impuestas al país persa, pero hasta la fecha el país norteamericano no parece dispuesto a ceder.
Sin embargo, los intercambios de prisioneros entre Irán y Estados Unidos no son inusuales y en años recientes ambos países han buscado la libertad de sus nacionales detenidos en el otro país. Sin embargo, el tema se ha vuelto sumamente sensible desde que Washington intenta reanudar el diálogo con Teherán para rescatar el acuerdo nuclear del 2015, que originalmente incluía el intercambio de prisioneros.
Irán mantiene encarcelados a decenas de extranjeros o iraníes con doble nacionalidad, acusados principalmente de espionaje, y que son usados con frecuencia como palanca de presión. En cuanto a los iraníes detenidos en Estados Unidos o en otros países, en general están acusados de violar las sanciones que Washington impuso a Teherán en 2018 tras retirarse unilateralmente del acuerdo nuclear.
En diciembre de 2019, Teherán y Washington realizaron un intercambio de presos, tras la liberación del investigador estadounidense Xiyue Wang, arrestado en 2016 por espionaje, y el científico iraní Masud Soleimaní, detenido en 2018 por intentar exportar material biológico a Irán. Michael White, un veterano de la Marina estadounidense detenido en Irán en 2018 por espionaje, y el médico iraní-estadounidense Mayid Taheri, condenado en Estados Unidos por violar las sanciones impuestas contra la República Islámica, fueron liberados en 2020, en un excepcional caso de cooperación entre ambas naciones.
Pero cualquier movimiento entre los dos países es un tema particularmente delicado, hace unos meses salió a la luz pública unas informaciones de un supuesto acuerdo para que la República Islámica libere prisioneros estadounidenses y británicos a cambio de miles de millones de dólares para Teherán. Pero el Gobierno de Joe Biden lo negó horas después, asegurando no se había llegado a ningún acuerdo sobre la liberación de prisioneros estadounidenses y británicos a cambio de miles de millones de dólares en recursos petroleros, hoy bloqueados por las sanciones nucleares. Presuntamente, dicho plan se centraría en desbloquear 7.000 millones de dólares de fondos petroleros de Teherán, congelados por las sanciones de Estados Unidos y otros países por su programa nuclear, a cambio de entregar a los retenidos.
