INSISTO, NO VOTAR Por: Prof. Marlon S Jiménez García
INSISTO, NO VOTAR
Por: Prof. Marlon S Jiménez García
Profesor Universitario.
Semanas atrás escribí un artículo el cual intitulé ¿por qué me abstengo?; no voy a volver a explicar las razones “personales” más no partidistas, que han sido determinante en la decisión racional que tomé. No votar, es sin ninguna duda, la mejor decisión en los últimos años de mi vida; ella está relacionada intrínsecamente con los aspectos axiológicos que siempre han marcado mi vida, transmitida por mis padres y de igual forma y manera acentuada en la formación de mis hijos y nietos. El engendro, ese que es en la actualidad, la desgracia por su ideología política y por su ejercicio autoritario del manejo del poder de los venezolanos, constituye un elemento contrario al principio de libertad y de justicia en el cual nos formamos políticamente en la mal llamada 4ta república.
En ésta última aprendimos a entender que el mejor camino para la “plenitud ciudadana” es la democracia; aprendimos que ella es la vía expedita para el desarrollo individual y colectivo de toda la sociedad; aquí podemos exigirle a los gobernantes que se dediquen a construir una sociedad política, económica, social y ética, que se manifieste a favor de la calidad de vida de sus integrantes para que genere la participación expansiva, en lo subyacente a ella, del empleo, la salud, la vivienda, la educación, acceso a la alimentación sustentable en tiempo y espacio y por supuesto, todo ello incide en una formación ciudadana de manera integral: física y espiritual.
No votar, es obligar al autoritarismo implantado por los comunistas en Venezuela, a someterse a la modernidad política; que irrespetar los DDHH y violar la CN a su plenitud ideológica, obliga a la justicia nacional e internacional a actuar en contra de esos gobernantes, como ocurre en los actuales momentos con el engendro y la cofradía de bribones que lo acompañan.
No votar, significa en la práctica rechazar actos impropios de los gobernantes, como el control del poder electoral, donde las “tramparentes” rectoras que lo integran forman parte de la ideología comunista gobernante. El mayor daño sufrido por el régimen ocurrió en las elecciones de la AN; en ellas perdieron por paliza y eso los obligó, con el animo de perpetuarse en el poder, a un mayor control de todo el sistema electoral para “voltear” la voluntad popular in situ; es ingenuo de un sector “dizque” opositor participar en esas condiciones.
No votar, es darle un respaldo inequívoco a la sociedad política internacional que reclaman con fuerza argumentativa, jamás vista, unas elecciones libres y justas. No votar, es prepararse de manera inteligente y efectiva para tener la tenacidad en la lucha por alcanzar la verdadera, sin resquicios, “unidad política” para deslastrarse de los infiltrados del régimen; y por último, no votar, es una invalorable demostración del pueblo contra la ANC ilegítima e ilegal que convocó, una vez más violando la CN, estas elecciones precipitadas y a destiempo y además una fuerza insustituible para la defensa de la democracia. Venezuela no se acaba jamás el 20M, apenas comienza la lucha integral de la sociedad contra el comunismo contaminante, corrupto y narcotraficante que está en el poder.