Iberdrola mantiene su compromiso inversor en Estados Unidos, a pesar de la decisión del regulador del Estado de Nuevo México de vetar la compra de PNM Resources. El plan estratégico del grupo presidido por Ignacio Sánchez Galán para el periodo 2020-2025 prevé unas inversiones cercanas a los 30.000 millones de dólares (unos 26.575 millones de euros) en Estados Unidos para crecer en redes de transporte y distribución y en renovables -eólica terrestre y marina y solar-.
Iberdrola está presente en Estados Unidos desde hace 17 años, donde es uno de los mayores grupos eléctricos, con presencia en 25 Estados, y una de las tres mayores compañías de renovables, con cerca de 10.000 megavatios (MW). La compañía tiene un valor de activos de 40.000 millones de dólares (unos 35.435 millones de euros) en el país, casi un cuarto de los activos globales.
Iberdrola, a través de su filial estadounidense Avangrid, y PNM van a tomar «las medidas que correspondan en defensa de sus intereses, al considerar que la decisión tomada no es la adecuada».
No es la primera operación que cuenta con el rechazo por parte de los reguladores estatales de Estados Unidos. En el sector eléctrico en el país han recibido el no de alguna comisión en los últimos años en operaciones como las de Exelon-PSE&G, NextEra-Oncor, NextEra-HECO, Exelon-Pepco, Grain Plains Energy y Westar Energy, Hydro One y Avista KG&E-KCP&L, SCE-SDG&E o la de FPL-Constellation.
La operación de Avangrid con PNM Resources tan solo estaba pendiente del visto bueno del regulador de Nuevo México, después de haber recibido la aprobación de la Public Utility Commission of Texas (PUCT) y las aprobaciones federales de la Federal Energy Regulatory Commission (FERC), la Hart-Scott-Rodino Clearance (HSR), el Committee on Foreign Investment in the United States (CFIUS), o la Federal Communications Commission (FCC), entre otras.
La adquisición de PNM representaba un valor de empresa implícito de aproximadamente 8.300 millones de dólares (unos 7.007 millones de euros), considerando una deuda neta más ajustes de aproximadamente unos 3.377 millones de euros.
La compra suponía la creación de una de las mayores compañías del sector norteamericano, con diez eléctricas reguladas en seis Estados (Nueva York, Connecticut, Maine, Massachusetts, Nuevo México y Texas) y el tercer operador de renovables del país, con una presencia total en 24 estados.
Iberdrola, a través de Avangrid, distribuye electricidad y gas en Nueva York, Connecticut, Maine y Massachusetts, dando servicio a una población de 10 millones de estadounidenses.
En eólica marina, tecnología en la que la energética es puntera en el mundo, está construyendo el primer parque ‘offshore’ a gran escala de Estados Unidos -Vineyard Wind de 800 MW-, que estará operativo en 2023/24, con una inversión de 3.000 millones de dólares (unos 2.658 millones de euros), para Massachusetts.
Está también desarrollando un parque del mismo tamaño e inversión (800 MW, 3.000 millones de dólares) para Connecticut (Park City Wind) que estará operativo en 2025/26.
Además, está esperando la decisión para un nuevo parque eólico marino para Massachusetts de 1.200 MW, con una inversión de otros más 3.000 millones de dólares. Se espera la decisión el 17 de diciembre. También tiene un proyecto de hasta 2.500 MW en Carolina del Norte.