¿RECONOCE LA DESIGUALDAD A SU ALREDEDOR? Por: Jenny Rendón
Opinión por Jenny Rendón, periodista hondureña.
La desigualdad es una palabra utilizada por muchos pero analizada a profundidad por muy pocos. Todos la hemos escuchado, incluso la mayoría creemos entenderla, cuando empatizamos con algo injusto, cuando hablamos de machismo o feminismo, incluso cuando creemos que ese “me gusta” dejado en alguna iniciativa en contra de la desigualdad nos da la potestad de opinar, pero ¿en realidad podemos identificarla?.
En realidad muchos no estamos tan alejados de la verdad, pues con certeza sabemos las tres cosas fundamentales sobre la desigualdad:
- Es una condición (muy importante pues significa que se puede cambiar)
- Es una anomalía de accesos entre personas (desbalance de oportunidades)
- Tiene una relación directa con recursos, servicios y posiciones que valora un grupo social. (ingresos, empleos, educación, salud, agua potable, luz eléctrica, etc)
La desigualdad en la sociedad se comporta muy parecido a las enfermedades dentro del cuerpo humano.
Una infección dental mal atendida por ejemplo, puede terminar afectando todo el sistema respiratorio de una persona, de igual forma, no combatir todos los aspectos que componen la desigualdad no solo afecta directamente el bienestar las personas, sino también al desempeño socioeconómico de los países.
SÍNTOMAS DE DESIGUALDAD
No es adecuado definir a una situación como desigual si no se evalúan las circunstancias en la que esta se genera. Es por esto que en el análisis de equidad es fundamental saber si el resultado está determinado por el talento humano o por condiciones inherentes a la persona o por el ambiente en el que se desarrolló.
¿Tiene en su hogar luz eléctrica ininterrumpida? ¿Tiene su familia agua potable las 24 horas del día, los siete días de la semana? ¿Lleva su familia una alimentación balanceada rica en proteínas y minerales? ¿Cuántos miembros de su hogar tienen un nivel de escolaridad mayor a la secundaria? Estos son algunos de los aspectos que debe considerarse a la hora de diagnosticar la desigualdad entre los países.
La carencia de servicios básicos de calidad limita el desarrollo del capital humano y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades infecciosas, desnutrición y mortalidad materno-infantil.
La falta de acceso a los servicios básicos y la presencia de materiales de vivienda precarios, que caracterizan a los hogares pobres, limitan el desarrollo de los individuos y dejan secuelas irreversibles a lo largo de sus vidas, es aquí donde creamos a individuos en “riesgo social” que a falta de oportunidad y educación recurren al crimen, la corrupción y la violencia como mecanismo de defensa ante una sociedad excluyente, sedienta de resultados con mínimos de inversión y carente de desarrollo personal y familiar.
Por otro lado, una vivienda construida con materiales de calidad y servicios básicos mejorados incentiva el bienestar de la población, pues al mejorar su salud, mejoran los niveles de aprendizaje y, en consecuencia, la productividad laboral de todo el país.
El último estudio sobre Realidad Social Latinoamericana del Banco Mundial realizado el año pasado señala que un latinoamericano de cada seis vive en pobreza extrema o, si se prefiere, uno de cada tres en pobreza moderada. Razón por la cual la desigualdad sigue siendo uno de los temas que más preocupan a ciudadanos y gobiernos.
Latinoamerica se presenta como la región más desigual de mundo. Según las cifras más recientes, 11 de los 20 países con más desigualdad del planeta, son de América Latina y el Caribe. En la lista con los índices mayores al 46.5% desigual tenemos a Honduras con un 50.1%, luego Colombia, Brasil, Panamá, Costa Rica, Paraguay, Ecuador, Chile, Republica Dominicana, Venezuela y El Salvador respectivamente.
Los análisis de desigualdad es algo en lo que debemos integrarnos todos pues ayudan a detectar los grupos con las mayores deficiencias y, de acuerdo al tipo de carencias que se analicen, es posible sugerir caminos para guiar las políticas públicas en las direcciones necesarias para obtener un desarrollo progresivo y sostenible de nuestras comunidades y nuestra región.
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