LA BICICLETA AL RESCATE DE LA HUMANIDAD Por: Bernie Centeno
Por: Bernie Saúl Centeno Martínez, estudiante de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras Valle de Sula (UNAH-VS).
La bicicleta fue inventada en el año de 1813 por el alemán Karl Drais, cuyo artefacto constaba de dos ruedas de madera y una silla de montar; su sistema consistía en manillar e impulsarse con los pies. Este invento sustituyó en gran medida a los caballos para transportar cargas específicas a largas distancias.
Es preciso mencionar que este medio de transporte comenzó a distribuirse en algunos países de Europa. Seguidamente fue considerado un peligro inminente para los peatones, por lo cual su venta se vio interrumpida.
Años más tarde, reaparece la bicicleta en el comercio, pero no con el aspecto rudimentario de su génesis, sino con ruedas de acero, pedales y un sistema de engranaje.
Con el paso del tiempo, este vehículo causó sensación en América, tanto así, que se convirtió en la mejor opción para pasear y a la vez como instrumento de trabajo. Este invento ha sufrido constantes cambios y aunque al inicio era sumamente caro, en la actualidad su masiva producción ha atenuado los costos considerablemente.
Específicamente la bicicleta, es una variante eco-amigable del transporte ya que no emite polución, mitiga la presencia de automotores en las calles, reduce los accidentes de tránsito y además ofrece beneficios a la salud como el fortalecimiento del sistema cardiovascular, ayuda a bajar de peso, reduce el estrés y favorece las finanzas personales.
Herbert Wells expresó en una ocasión que siempre que veía a un adulto sobre una bicicleta recuperaba la esperanza en el futuro de la raza humana, y es precisamente a esto a lo que aspiran algunos países, en vista del enorme deterioro que sufre el orbe a causa de la descomunal contaminación que propaga la especie humana.
Un ejemplo latente del beneficioso uso de la bicicleta es Ámsterdam en donde existen más de 600 mil bicicletas para 750 mil habitantes y ciudades como Bergen ofrecen la posibilidad de utilizar una a quienes no tienen, por un precio simbólico. Esta idea fue adoptada por otros países del viejo mundo para promover una cultura que inició como una revolución.
Otro ejemplo claro es la ciudad de Copenhague que cuenta con más bicicletas que habitantes, cada individuo se desplaza a sus destinos sobre una ¨bici¨ disfrutando de una de las experiencias más placenteras y emocionantes de forma individual o en familia.
Hasta el año pasado el Instituto de la Propiedad tenia registros de más de 1.4 millones de vehículos automotriz en Honduras, más de 200 personas perdieron la vida a causa de choques. Por otro lado, se tienen cifras de 40 accidentes viales a diario, es decir uno cada 30 minutos, datos que muestra el Observatorio Nacional de Seguridad Vial.
La bicicleta
Es menester señalar, que una parte de la población hondureña considera la bicicleta como un medio vergonzoso, obsoleto y hasta como un indicador de pobreza, mostrando así un sentido irracional de lo correcto y la carencia de conciencia.
La conciencia ambiental que se tiene hoy en día es escasa, debido a que las personas no le prestan importancia a este acontecimiento grotesco como lo es la contaminación, por lo cual es urgente promover programas que fomenten el uso de medios de transporte alternativos que reduzcan la emisión de gases tóxicos, CO, u otros que dañan en línea directa al entorno en que converge la flora, la fauna y los individuos.
Ciertamente, Arthur Conan Doyle manifestó: “cuando el día se vuelva oscuro, cuando el trabajo parezca monótono, cuando resulte difícil conservar la esperanza, simplemente sube a una bicicleta y date un paseo por la carretera, sin pensar en nada más”.
¡Bájate y pedalea! Con el pequeño esfuerzo de cado uno obtendremos un enorme beneficio.