La Revolución Americana fue un alzamiento político en las Trece Colonias Británicas en Norteamérica que comenzó en 1765. El 22 de marzo de ese año, el parlamento británico aprobó la llamada Ley del Sello, que establecía por primera vez un impuesto a estas colonias para recuperarse de la crisis económica que le había dejado la Guerra de los Siete Años en Europa. New Hampshire, Massachusetts, Rhode Island, Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Pensilvania, Maryland, Delaware, Carolina del Norte y del Sur, Virginia y Georgia, las trece colonias británicas en América, se reunieron en el Congreso de la Ley del Sello en octubre de ese año y rechazaron la autoridad británica para poner impuestos.
“No taxation without representation”, es decir, no hay tributación sin representación. Esa fue la postura que mantuvieron las colonias, pues no veían justo que tuvieran que contribuir económicamente al esfuerzo bélico siendo que no tenían representación en el parlamento. Así, cada ley que imponía el parlamento, los colonos la rechazaba, lo que obligaba al gobierno británico a ceder. Retiró las tasas sobre el azúcar, el plomo, el papel sellado y el vidrio, sin embargo, no lo hicieron sobre el té, con el fin de demostrar a las colonias el derecho a fijar impuestos.
La respuesta de las colonias fue hacer un boicot al té hasta llegar al conocido Motín del Té, donde un grupo de colonos arrojaron al mar el cargamento de los barcos anclados en el puerto de Boston la noche del 16 de diciembre de 1773. A consecuencia de esto, los británicos cerraron el puerto y suprimieron las libertades políticas de la ciudad, por lo que los colonos acordaron no importar ni comprar productos ingleses tras reunirse en el Congreso de Filadelfia, y organizaron milicias armadas.
El 19 de abril de 1775 se inició la Guerra de la Independencia con las batallas de Lexington y Concord. Un conflicto que no solo enfrentó a británicos y americanos, sino que llegó a nivel internacional. Los americanos contaron con el apoyo de países que habían luchado contra los británicos en la Guerra de los Siete Años, tales como Holanda o Francia. España también colaboró con las tropas estadounidenses, con dinero, armas, medicinas y barcos, además del envío de más de 12.000 soldados que lucharon contra el ejército inglés, el doble que los hombres que enviaron los franceses. Además, las campañas militares en el Misisipi del Bernardo de Gálvez, que era de Málaga y fue vencedor de la batalla de Pensacola, resultaron de vital importancia, reconocida por el propio George Washington, para que los Estados Unidos lograran la victoria final.
Mientras, Gran Bretaña reclutó a los lealistas, aquellos americanos que, sin embargo, se mantenían fieles a la corona británica. La colonia de Virginia proclamó el 1 de junio de 1776 su independencia y promulgó una Declaración de Derechos y una Constitución. Algunos de los derechos que recogía era el de igualdad ante la ley, la vida, la libertad o la seguridad. La iniciativa de Virginia precipitó el 4 de julio la proclamación de la Declaración de Independencia de las Trece Colonias por el Congreso Continental. En el preámbulo de la Declaración, redactado por Thomas Jefferson, se establecía el derecho a independizarse cuando un gobierno se convertía en tiránico.
La Guerra de la Independencia no se selló hasta 1783. Gran Bretaña reconoció la independencia de los Estados Unidos y se establecieron sus fronteras. En 1787 se aprobó la Constitución, la primera en la historia, que entraría en vigencia en 1789.