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Empieza a salir a la luz el plan de respuesta a las cada vez más extensas investigaciones congresuales sobre su campaña, la Casa Blanca y sus asuntos personales, mientras los demócratas, con renovada autoridad, intensifican sus esfuerzos. Al desplegar una combinación de posturas legales y políticas, el gobierno intenta minimizar su exposición mientras afirma que el presidente es víctima de investigaciones partidistas excesivas.

Trump dijo que los demócratas echaron a andar la campaña presidencial 2020 en un esfuerzo que ha descrito “acoso presidencial”.

“Básicamente, comenzaron la campaña”, dijo el martes Trump, “así que la campaña comienza”.

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Dejándose llevar más por eventos que una estrategia de largo alcance, el enfoque del gobierno se da en momentos en que la Casa Blanca se centra cada vez más en el doble desafío de las investigaciones y la próxima elección 2020.

Sin embargo, la naturaleza dominante de la respuesta de Trump señala a su cada vez mayor frustración con el Congreso y su intención de confiscar las investigaciones como evidencia de que está bajo ataque en Washington.

Aunque Trump está lejos de ser el primer presidente en chocar con la supervisión del Capitolio, sigue siendo novedad su entusiasta postura de víctima política y parece que será una parte clave de su argumento de reelección.

Con el intento de obtener la solidaridad del público, Trump dijo que en lugar de trabajar juntos en una ley en temas como atención médica e infraestructura, los demócratas “quieren jugar”.