La economía de Estados Unidos es «saludable», según el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, aunque ha advertido este martes de la existencia de «señales conflictivas» para el futuro crecimiento económico del país.
Powell hizo estas declaraciones después de que la Fed optara en su última reunión de política monetaria por dar una pausa a la política de subida de tipos de interés en respuesta a la creciente incertidumbre sobre las perspectivas económicas.
Fuente: http://www.finanzas.com
De acuerdo a las previsiones que ofreció Powell al Senado, la economía estadounidense crecerá este año a un ritmo «sólido, aunque algo más lento que en 2018», periodo en el que subió cerca del 3 %, el más rápido de la última década, pero lejos del 4 % que prometió en campaña el presidente estadounidense, Donald Trump.
Pese a la estimación de la Fed, los datos oficiales sobre el crecimiento del producto interno bruto (PIB) de EEUU en 2018 los publicará el Departamento de Comercio este jueves.
«Si bien consideramos que las condiciones económicas actuales son saludables y que las perspectivas económicas son favorables, en los últimos meses hemos visto algunas corrientes cruzadas y señales conflictivas», señaló Powell en su testimonio ante el Comité Bancario del Senado.
El titular del banco central explicó que los mercados financieros se volvieron «más volátiles» hacia el final del año 2018 y que las condiciones financieras ahora «son menos favorables para el crecimiento de lo que lo estaban antes».
Powell también indicó que el crecimiento se ha desacelerado en algunas de las principales economías del mundo, particularmente en China y Europa, y consideró que la incertidumbre global se ha elevado por «problemas políticos no resueltos», como el Brexit o las negociaciones comerciales que mantiene Estados Unidos.
Asimismo, el presidente de la Fed, que comparecerá mañana ante un comité de la Cámara Baja, apuntó que EEUU enfrenta «importantes desafíos» a largo plazo como, por ejemplo, el crecimiento de la productividad del país, la deuda y la desigualdad, problemas que pidió al Congreso que aborde.
Ante estas circunstancias, la Fed espera que la economía crezca un 2,3 % en 2019.
Sin embargo, el máximo responsable de la Reserva Federal apuntó que la economía estadounidense creció a un «ritmo fuerte» en 2018, y dijo que el empleo y la inflación se mantuvieron «cerca de los objetivos» del banco central.
«El crecimiento del año pasado estuvo liderado por fuertes ganancias en el gasto del consumidor y aumentos en la inversión empresarial y fue apoyado por aumentos en el empleo y los salarios y las medidas de política fiscal», argumentó.
Powell hizo estas declaraciones después de que la Fed optara en su última reunión de política monetaria por dar una pausa a la política de subida de tipos de interés en respuesta a la creciente incertidumbre sobre las perspectivas económicas.
En ese encuentro, la Fed señaló que las futuras subidas de tipos antes de final de año solo estarían «justificadas» si se producen alzas notables en las presiones inflacionarias, según el acta de la reunión del 30 de enero pasado del Comité de Mercado Abierto de la Fed.
La decisión de hacer un paréntesis en las subidas de tipos fue bien recibida por Trump, muy crítico con Powell y la Fed por los cuatro aumentos de 2018.
Precisamente, la anterior presidenta de la Fed, Janet Yellen, aseguró este lunes que Trump tiene una falta de entendimiento sobre política económica y sobre la misión del banco central con sus constantes críticas al organismo.
«Dudo que (Trump) sea capaz de decir que las metas de la Fed son el máximo empleo y la estabilidad de precios, que son los objetivos asignados a la Fed por el Congreso», dijo Yellen al ser preguntada si consideraba que Trump comprende la política económica.
Cuestionado hoy al respecto por el senador demócrata Sherrod Brown, Powell quiso desmarcarse de su predecesora en el cargo y dijo que no comentaría nada sobre la afirmación de Yellen sobre el presidente.
Yellen, designada por el expresidente Barack Obama (2009-2017) y la primera mujer al frente del banco central estadounidense (2014-2018), fue reemplazada por iniciativa de Trump después de que éste llegase a la Casa Blanca en 2017.