Fuente: https://www.huffingtonpost.com.mx / Luis Alonso Pérez

Mucho antes de que Donald Trump llegara al extremo de paralizar a más de 800 mil empleados federales de distintas agencias gubernamentales, ante la negativa del Congreso de aprobar los 5 mil millones de dólares requeridos para la construcción del muro fronterizo, los votantes estadounidenses estaban conscientes de que serían sus impuestos los que terminarían fondeando esta obra, y no el gobierno de México, como prometió durante su campaña.

Un estudio publicado por el centro de investigación PEW revela que cerca de la mitad de los militantes del Partido Republicano (al cual pertenece Trump), y casi nueve de cada diez demócratas admitieron que Estados Unidos pagaría por el muro. Tan sólo el 16 por ciento de los votantes encuestados creía que México pagaría su construcción, como aseguró Donald Trump cuando era candidato a la Presidencia.

El día de hoy se cumplen 27 días de parálisis del gobierno federal de Estados Unidos, resultado de la diferencia de posturas entre el Congreso y el presidente, hasta ahora inamovibles.

Trump insiste en que la frontera sur de su país experimenta una crisis de seguridad, argumentando que las detenciones de inmigrantes indocumentados se han disparado hasta alcanzar niveles similares a los de 2012.

Sin embargo, los investigadores del Centro PEW exponen que las detenciones se mantienen por debajo de los registrados rutinariamente durante las últimas tres décadas. También informaron que tan sólo el 24 por ciento de todos los inmigrantes que en Estados Unidos son indocumentados, pues la gran mayoría ingresó de manera leal y regularizó su estatus migratorio.

Aún con esta información, existe un sector amplio –pero no mayoritario– de la población estadounidense que aprueba la construcción del muro, aunque tenga que ser financiado con sus propios recursos.

Aproximadamente un 40 por ciento de los votantes que participaron en la encuesta del Centro PEW apoyan la construcción. Al analizar sus tendencias partidistas, la mayoría de los que respaldan la construcción manifestaron una inclinación hacia el Partido Republicano. Mientras que el 93 por ciento de los que comulgan con el Partido Demócrata se oponen.

No obstante, ni demócratas ni republicanos aprueban la decisión de Trump de paralizar agencias del gobierno federal como represalia.