La primera conclusión es que, en 2017, la población indocumentada de México en Estados Unidos se redujo en 400,000 personas, lo que significaría que la población mexicana es menos de la totalidad de la población indocumentada. La caída se habría hecho perceptible a lo largo de todo el país cayendo, por ejemplo, “en un 26% en California, en un 50% en Alabama y en un 30% en estados como Georgia, Nueva York y Nuevo México”, sentencia el informe.

De 2010 a 2017, que es el periodo de siete años que contempla el estudio, la población indocumentada proveniente del país vecino habría decaído en total en 1,3 millones de personas. Es más, los datos incluso concluyen que en estos años analizados la totalidad de indocumentados que hay en Estados Unidos habría pasado de 11,725,000 a 10,665,000 disminuyendo en algo más de un millón.

La otra conclusión a la que llega el informe confirma advertencias que expertos en inmigración han hecho sobre las formas cómo realmente opera este fenómeno en el país. El principal método de entrada de los indocumentados a Estados Unidos, lejos de ser a través de puestos no autorizados por la frontera sur, que suele argumentar el presidente una y otra vez para justificar su muro, se suele hacer a través de la estancia por fuera de los límites de visas temporales.

“Los sobrepasos en visas han excedido significativamente los cruces fronterizos ilegales durante cada uno de los últimos siete años analizados”, explica el informe cuyos datos se derivan de la Encuesta de la Comunidad Americana (ACS) que hace anualmente la Oficina del Censo y que confirma, por su parte que, en esta práctica puntual, México siguió siendo país líder en 2017, con casi el doble que India o China.

“Dado que más de la mitad de todos los residentes indocumentados de EEUU llegan por aire, los puestos que emiten visas se han convertido en el verdadero obstáculo de primera línea para la migración de indocumentados. Este informe sugiere que se debe prestar más atención y recursos a esa misión crucial del Departamento de Estado de los Estados Unidos”, sentencia el reporte.

Otras poblaciones indocumentadas que disminuyeron durante este periodo fueron la de Nicaragua, Ecuador, Perú, Polonia y Corea poniendo de manifiesto que los inmigrantes indocumentados regresarán a sus países de origen, incluso bajo condiciones difíciles. “Un compromiso serio para mejorar las condiciones en los estados del Triángulo Norte de América Central, Venezuela y otros países podría reducir significativamente la población indocumentada de EEUU”, sugiere el Centro de Estudios de Inmigración.