Dos grupos de migrantes centroamericanos realizaron marchas separadas hacia el Consulado de los Estados Unidos en Tijuana para exigir varias demandas al gobierno del presidente Donald Trump, como “reparación de daño” si no les permite la entrada al país.

Las exigencias, reportó el San Diego Union Tribune, son que sus casos sean aceptados en el sistema de asilo y se haga más rápidamente, así como en mayor número, que se detengan las deportaciones y que el presidente Trump les permita ingresar al país o les pague $50,000 a cada uno para volver a sus países.

El número de inmigrantes centroamericanos es menor a los más de 6,000 que llegaron a esa ciudad mexicana, según reportes, ya que varios ingresaron a EEUU, pero unos 300 ya fueron deportados; 700 volvieron a sus países y 2,500 han decidido asentarse en México con apoyo de programas del Gobierno.

Un grupo de al menos 100 centroamericanos pusieron el “ultimátum” al Gobierno de EEUU.

“Puede que te parezca mucho dinero”, dijo Alfonso Guerrero Ulloa, de Honduras y organizador de la protesta. “Pero es una pequeña suma en comparación con todo lo que Estados Unidos le ha robado a Honduras”.

Otro de los grupos que marchó criticó el trato de la Administración Trump a los centroamericanos, sobre todo a los más vulnerables, como niños, además de criticar la intervención de EEUU en Centroamérica.

El Consulado de EEUU en Tijuana informó sobre la marcha hacia esas oficinas, pero no dio detalles de lo solicitado. Hoy no labora.