El canciller Trujillo recordó durante su intervención que Colombia ha recibido 1.100.000 venezolanos en los últimos 3 años y que la respuesta del Estado «no puede ser improvisada. Ante un  fenómeno global con desafíos globales, nuestra respuesta debe ser igualmente global». 

El canciller también explicó algunas de las razones por las que se adoptó este pacto y aseguró que entre ellas está que «cree que ningún país solo puede hacerle frente al fenómeno migratorio, porque la migración produce impactos nacionales, regionales y globales; porque está en el marco de los objetivos de desarrollo sostenible, porque no es un tratado sino una manifestación colectiva de voluntades políticas en favor de la acción cooperativa, porque respeta la soberanía normativa de los Estados y su libertad para definir su propia política migratoria». 

Agregó que también se adopta este pacto «porque no establece la obligación de recibir cuotas de migrantes, porque fortalece la lucha contra la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes; porque no insta a la apertura total de fronteras ni a la llegada masiva de migrantes, porque es un pacto flexible para que cada país lo adopte a su realidad, porque favorece integralmente a los migrantes y a los compatriotas que retornan».