La tormenta tropical Michael, ahora convertida en huracán categoría 1, continúa cobrando impulso antes de tocar tierra en Florida, posiblemente el miércoles.
Dado que la tormenta pasará de dos a tres días sobre el Golfo de México, que tiene temperaturas de agua muy cálidas y favorables condiciones atmosféricas «hay una verdadera posibilidad de que se convierta en huracán mayor antes de tocar tierra» dijo en un comunicado Robbie Berg, un experto del Centro Nacional de Huracanes, en Miami.
Estado de emergencia
El gobernador de Florida, Rick Scott declaró estado de emergencia en 35 condados desde el extremo sur de la península hasta la Bahía de Tampa, para que se aceleren preparativos, liberen recuros y para activar 500 miembros de la Guardia Nacional del estado.
De visita en Orlando para la convención anual de la Asociación Internacional de Jefes de Policía, el presidente Donald Trump dijo que su gobierno está trabajando con las autoridades del estado y locales para «tomar todas las precauciones necesarias*.
El mandatario urgió a los residentes a estar preparados y a seguir las instrucciones de las autoridades locales, «FEMA (agencia federal de manejo de emergencias) está preparada y ellos lo manejan bien», aseguró.
Primeras medidas
La Universidad Estatal de Florida y las escuelas del Condado Leon cancelaron clases desde el martes hasta el viernes.
Se han emitido órdenes de evacuación para residentes de las llamadas islas de barrera, casas móviles y zonas costeras bajas en el Golfo y los condados Wakulla y Bay.
En Wakulla, la oficina del alguacil publicó en Facebook el mapa de las zonas de evacuación, comenzando por la Zona A (en rojo) a partir de las 8pm del lunes. También se advirtió que no se abrirán refugios porque los albergues que existen no podrían resistir los fuertes vientos de un huracán de fuerza mayor.
La ciudad de Pensacola urgió a los residentes a tener listos sus planes de emergencia.
El alcalde de Tallahasee, Andrew Gillum, quien es candidato demócrata para gobernador, suspendió su campaña en el sur de Florida el lunes y martes y dijo que regresaría a su ciudad para ayudar con los preparativos para la tormenta.
En la ciudad, se abrieron el domingo dos lugares para distribuir sacos de arena para apilarlos en caso de inundaciones.
Ubicación
Para las 5 de la tarde del lunes, Michael tenía vientos sostenidos de 80 millas por hora (130 km/h), mientras avanzaba en dirección norte a 9 mph (15 km/h). Su vórtice estaba a unas 30 millas (45 km) del extremo occidental de Cuba, y unas 500 millas (835 km) de Apalachicola, Florida.
El lunes por la tarde, la tormenta castigó el occidente de Cuba con fuertes lluvias y vientos, según el Centro Nacional de Huracanes, que advirtió de hasta 30 centímetros de lluvia en el área, que podría producir inundaciones repentinas y deslaves en las zonas montañosas.
En un video subido a Facebook desde Sandino, en el extremo occidental de Cuba, se pueden apreciar las ráfagas de viento y las precipitaciones.
El gran tamaño de Michael, sus fuertes vientos y lluvias podrían producir peligrosas inundaciones a lo largo de un área de la costa del Golfo en Florida, que tiene muchos ríos y estuarios donde el agua de mar empujada a tierra por el huracán podría quedar atrapada, advirtió el director del Centro Nacional de Huracanes, Ken Graham.
«Esta es una parte del Golfo de México que es increíblemente vulnerable a las mareas de tormentas», señaló.
Michael se formó el domingo como tormenta tropical con vientos de hasta 85 kilómetros por hora (50 millas por hora).
Marea Roja
Además de provocar apagones, inundaciones y daños a la propiedad, Michael podrían empeorar la marea roja causada por una invasión de algas tóxicas que viene afectando las playas de Florida por casi un año.
La marea roja en el Golfo de México, que comenzó en octubre de 2017 frente a la costa suroccidental de Florida después del huracán Irma, y ha causado la muerte masiva de vida marina e irritaciones respiratorias en los seres humanos, se ha extendido al extremo sur del estado y al área de Miami.
Tracy Fanara, del Laboratorio y Acuario Marino Mote en Sarasota, dijo que las algas son «muy vulnerables a la turbulencia», y el huracán podría hacer que la marea roja desapareciera, pero al mismo tiempo, los fuertes vientos de la tormenta podrían propagar la contaminación y nutrientes en el agua que alimentan las algas.