Fuente: http://efectococuyo.com / Laura Cifuentes


 

 

Nunca un apellido tan bien llevado. Luis Miguel Vence (45), sabe de luchar, de bregar, de batallar y de triunfar. Este caraqueño vivió toda su infancia y adolescencia en la avenida Rómulo Gallegos; estudió en el colegio San Agustín de El Marqués; ganó las olimpíadas matemáticas del Cenamec (Centro Nacional para el Mejoramiento de la Enseñanza de las Ciencias) y tiene un cuadro de El Ávila en su casa. Es también uno de los jefes de grupo que se alzó con el premio Nobel de Medicina 2018.

 

“Recibimos la noticia con mucha alegría -asegura telefónicamente desde Houston, Texas, en Estados Unidos, el lugar que ha sido su casa por los últimos doce años- . Hubo algunos de mis compañeros que brindaron, pero yo no tomo (bebidas alcohólicas). El premio es muy grande, un reconocimiento a nuestro trabajo. Eso significa que hay muchas personas beneficiándose de la inmunoterapia.“, asegura todavía emocionado y sin dejar de repetir que es su jefe, James Allison, quien en realidad obtuvo el galardón.