Si tu hijo es un estudiante universitario, o pronto lo será, asegurarte de que tenga todas sus vacunas es de suma importancia, especialmente para quienes vivirán en un dormitorio u otro espacio compartido.
Esto se debe a que los grupos grandes de personas que viven en estrecha proximidad brindan las condiciones ideales para la propagación de enfermedades, incluidas las que se pueden prevenir con vacunas.
“Las vacunas pueden evitar que los estudiantes contraigan enfermedades graves y que falten a clases”, dice Sarah Van Orman, MD, vicerrectora asociada para asuntos estudiantiles y directora de salud estudiantil de la Universidad del Sur de California.
Ten en cuenta que los requisitos escolares de vacunación podrían no ser suficientes para proteger a tu hijo. Muchas universidades, especialmente las públicas, cumplen con los requisitos establecidos en su estado, que podrían no incluir la lista completa de las vacunas recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Aparte de cualquier motivo médico para no vacunarse, estas son las 4 vacunas clave para la universidad.
Meningitis bacteriana
La vacuna meningocócica conjugada cubre algunas de las formas más comunes de meningitis bacteriana, una enfermedad devastadora que casi siempre requiere hospitalización y puede causar discapacidad permanente o la muerte en cuestión de horas después de la primera sensación de malestar. Los estudiantes universitarios que viven en dormitorios son un grupo en riesgo.
“Comenzando a en la adolescencia media hasta la universidad, esta enfermedad es más común en este grupo de edad”, dice William Schaffner, MD, profesor de medicina preventiva y enfermedades infecciosas en la Universidad Vanderbilt en Nashville, Tennessee.
Los pediatras por lo general administran esta vacuna a los 11 o 12 años y un refuerzo a los 16. A quienes se saltaron cualquiera de las dosis de esta vacuna, pueden pedir que se las administren antes de partir a la universidad.
Si hablamos de las vacunas para la universidad, toma en cuenta que hay una segunda vacuna contra la meningitis, la vacuna antimeningocócica del serogrupo B, que previene otra cepa de la enfermedad, conocida como la cepa B.
Recientemente, en cerca de media docena de institutos y universidades de Estados Unidos se han tenido brotes de la cepa B. Los CDC recomiendan que cualquier persona en riesgo de contraer el virus durante un brote sea vacunada.
Tétano, difteria y tos ferina
Los jóvenes habitualmente reciben las vacunas contra estas enfermedades cuando son bebés y niños pequeños. Y los CDC recomiendan que los niños de entre 11 y 12 años reciban un refuerzo, llamado Tdap.
Los estudiantes de primer año de la universidad que nunca recibieron el refuerzo Tdap deben recibir una dosis única de esta vacuna cuando vayan a la universidad.
Virus del papiloma humano (HPV)
La infección de transmisión sexual del virus del papiloma humano es tan común que casi todos los hombres y mujeres sexualmente activos la contraen en algún momento de su vida, aunque la mayoría ni siquiera sabe que se han infectado.
Las infecciones por VPH pueden provocar cáncer del cuello uterino, vulva, vagina, pene, ano y garganta. Pero la vacuna contra el HPV protege contra todo eso.
“Es nuestra primera vacuna explícitamente diseñada para prevenir el cáncer”, dice Schaffner.
Aun así, solo el 56% de los niños y el 65% de las niñas recibieron al menos una dosis de la vacuna al llegar a los 17 años, según los CDC. Se recomiendan 2 dosis de la vacuna contra el VPH a la edad de 11 o 12 años.
Si a tu estudiante no le administraron las vacunas antes, hacerlo cuando vaya a la universidad es una necesidad. Ten en cuenta que quienes comenzaron la serie después de los 15 años necesitan 3 dosis en lugar de 2.
Pero, no te preocupes si no has cumplido con el programa de los CDC para la vacuna contra el HPV, dice Isabel Valdez, P.A., instructora de candidatos para asistentes médicos (P.A.) en Baylor College of Medicine en Houston.
“Puedes continuar donde te quedaste”, señala.
Influenza
La influenza puede hacer que incluso una persona joven, normalmente saludable, se enferme con fiebre alta, dolores musculares, tos y dolores de cabeza. En la última temporada de influenza, una cepa especialmente virulenta del virus causó un número preocupantemente alto de casos graves de la enfermedad.
Y contraer influenza puede afectar a los estudiantes académicamente: Los investigadores de la Universidad de Minnesota encontraron que muchos estudiantes afectados por la gripe dejaron de asistir a clases o tuvieron un mal resultado en una prueba.
La vacuna contra la influenza estacional ayuda a proteger contra la influenza y puede significar que si de todos modos se enferma, la enfermedad será más leve, de acuerdo con los CDC.
Por lo general, la vacuna contra la influenza está disponible a fines de septiembre o principios de octubre (pero es posible que comiences a ver anuncios desde agosto).
Si tu hijo asiste a la universidad lejos de tu casa, podría recibir la vacuna en el centro de salud del campus. Los estudiantes también pueden recibir la vacuna en una farmacia local, que según nuestros expertos es igual de segura que si la administran en el consultorio de un médico.
Valdez dice que es especialmente importante que la vacuna contra la influenza se administre a estudiantes que padecen de asma.
“Los estudiantes que tienen asma tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones de las vías respiratorias superiores que pueden afectar sus pulmones”, nos dice.