Aunque la oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) informó que sus auditorías y operativosen espacios de trabajo están enfocados a cualquier sector, activistas y defensores señalan que los negocios de servicios podrían ser los más afectados.

Dentro de ese grupo, los restaurantes podrían tener un mayor impacto por las revisiones por el Formulario I-9.

“Los restaurantes, que históricamente han dependido de los inmigrantes para una gran parte de su fuerza de trabajo, tienen un nuevo desafío que enfrentar cuando se trata de administrar sus negocios”, indica la firma de abogados Ford & Harrison LLP en lexology.com.

El texto indica que si bien los operativos de ICE retoman acciones iniciadas en otras administraciones, como la de Barack Obama, con el presidente Donald Trump los esfuerzos se han intensificado.

“ICE está cada vez más dirigido a los trabajadores indocumentados, así como a los empleadores que a sabiendas violan la ley”, indica el análisis. “La administración de Trump está estableciendo un curso más parecido a la administración de George W. Bush, que usó redadas de alto perfil en el lugar de trabajo para disuadir a los empleadores de contratar trabajadores indocumentados”.

Se agregó que los restaurantes, al igual que otras industrias de servicios, han sido objetivos habituales de ICE para las acciones de cumplimiento de la ley, pero “más que nunca, se requiere un compromiso con el cumplimiento de la I-9 de los empleadores”.

Las multas a los establecimientos pueden oscilar entre $224 y $2,236 dólares por infracción de cada documento, además de sanciones de $559 por empleado y hasta $22,363 dólares por reincidencia.

“A la luz del nuevo clima de aplicación de la ley, los restaurantes (como todos los empleadores) deberían tomar varias medidas importantes para minimizar los riesgos que enfrentan sus negocios y sus empleados”, se recomendó.

Este diario ha reportado operativos en restaurantes de Texas, California, Nebraska, Nueva York, entre otras entidades.