La economía mexicana registrará «un crecimiento de 2,5% en 2019, una inflación de entre cuatro y 5%, un tipo de cambio promedio alrededor de los 19 pesos por dólar y, en un cálculo a bote pronto, un precio de 70 dólares para el barril de petróleo», dijo Urzúa, doctorado en la estadounidense Universidad de Wisconsin, a la cadena Televisa.

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Urzúa añadió que «se podría mejorar la situación cambiaria [del peso frente al dólar] antes de que termine 2018, y el tipo de cambio podría llegar a niveles de 18 y tantos pesos si firmamos el TLCAN [Tratado de Libre Comercio de América del Norte] a finales de este año».

Las negociaciones comerciales con EEUU y Canadá «se intensificarán en noviembre», un mes antes de la toma de posesión prevista para el 1 de diciembre y después de las elecciones para renovar el Congreso de EEUU, estimó Urzúa.

El peso se apreciaba este 4 de julio un 0,13%, cotizando alrededor de 19,44 unidades por dólar, y en los mercados de divisas «el tipo de cambio se mantiene estable en un rango entre 19,40 y 19,50 pesos por dólar, por la ausencia de noticias económicas relevantes que generen volatilidad», informó el Banco Base.

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La inflación cerró 2017 en 6,77%, su mayor nivel en casi 17 años, pero en mayo de este año retrocedió a 4,51, comparado con el mismo mes del año pasado.

El Banco de México (central), cuya autonomía López Obrador prometió respetar, pronostica que la inflación será de 4% este año, antes de que alcance la meta de las autoridades financieras y del Gobierno saliente, 3%, en el primer trimestre de 2019, dos puntos debajo de la proyección del equipo de López Obrador.

La tasa de interés se elevó en 0,25% en la más reciente decisión del Banco de México en junio, a 7,5%, la tercera más alta de América Latina después de Argentina (27,25%) y Uruguay (9,25%).

La tasa mexicana de referencia es superior a la de Brasil (6,75%), Colombia (4,75%), Chile (2,5%) y EEUU (1,5%).

Gasto público y contratos petroleros

Urzúa dijo que proyecta asignar unos 35.000 millones de pesos (1.750 millones de dólares) a programas para adultos mayores, al tiempo que respetará «la disciplina financiera y fiscal» en el gasto público sin crear nuevos impuestos.

Otros 90.000 millones de pesos (4.500 millones de dólares) «se destinarían para beneficiar a poco más de dos millones de jóvenes, para motivarlos a aprender un oficio en una empresa o taller y que se queden ahí una vez que han sido capacitados».

En cuanto al impacto de los precios de los combustibles en la inflación, Urzúa consideró que «no puede haber movimientos abruptos en el precio de la gasolina», pero que tendrán que «incrementarse cada año por la inflación, en términos nominales, no reales».

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«En este momento (el precio de los combustibles) está controlado, no parece, pero así es, porque el Gobierno federal baja o sube los impuestos» a las gasolinas mediante el llamado Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, explicó.

El equipo económico planea reducir la nómina de salarios federales, de la cual podrían ahorrarse hasta 8.000 millones de pesos (200 millones de dólares), al suprimir seguros médicos privados a funcionarios públicos y ejercer control sobre el gasto en gasolina, uso de automóviles y compactación de estructuras de Gobierno.

Urzúa estima que «sí alcanzan las cuentas para los cambios y los programas sociales», pero aclaró que López Obrador le pidió que estructure el presupuesto para controlar si en algún momento están gastando de más.

Urzúa sostuvo que los casi 200.000 millones de dólares en contratos que quedarán firmados por el Estado mexicano con petroleras extranjeras en el marco de la Reforma Energética constitucional se mantendrán «en caso de que una revisión no arroje irregularidades».

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«Si esto se ve bien, adelante, es un contrato que tenemos que respetar», se comprometió.

Esa reforma puso fin al monopolio de ocho décadas de la industria petrolera, y fue la transformación estelar que deja el Gobierno saliente de Enrique Peña Nieto.

López Obrador fue un opositor tajante de esa reforma en 2013, cuando decidió abandonar el Partido de la Revolución Democrática, que lo postuló en sus anteriores campañas presidenciales, y fundar el Movimiento de Regeneración Nacional que registró en 2014.

El PIB creció 2,3% en 2017, según datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadísticas.

Para este año el Banco de México prevé un crecimiento de entre 2 y 3% del PIB, y para 2019 de 2,2 a 3,2%, en el mismo rango de la proyección de Urzúa.