Hoy se cumplen 57 días de protestas contra Daniel Ortega en Nicaragua, y el líder de la revolución sandinista está cada vez más acorralado. Los grupos importantes que lo mantenían en el poder lo han dejado solo. La brutal represión en vez de intimidar a los nicaragüenses los ha llenado de rabia que se ha convertido en nuevos alientos para continuar en las calles.

A eso se le suma el caso de ciudades como Masaya y Chinandega, antiguamente fortines del sandinismo, a las que Ortega les debe mucho porque ahí se escondían los sandinistas de los hombres de Somoza a finales de los 70, hoy estas ciudades se le han salido de las manos a Ortega, los matones del socialista ya no puede entrar.

Los ciudadanos han organizado sistemas de seguridad y barricadas donde con armas caseras protegen a la ciudad, en Masaya y chinandega se cansaron de la represión ,  de los saqueos de los paramilitares, mediante la cooperación y la organización espontánea lograron volverlas “tierras libres”, así las llaman sus habitantes.

Ante este panorama y ante la valentía de los nicaragüenses se ha conocido que este fin de semana Ortega propuso a los obispos nicaragüenses, quienes ofician como mediadores y testigos en la Mesa de Diálogo Nacional, realizar elecciones para el 2019.

Pero, monseñor Silvio José Báez, obispo auxiliar de Managua, le contestó a ortega lo siguiente: “el grito de la gente es que se vaya”.

Se niegan los nicaragüenses a dar aliento a Ortega, veremos si consiguen lo que no lograron en Venezuela. En la Noticia del Día analizamos lo que podría ser el inicio del fin de una dictadura. (audio al inicio de la nota)