La buena salud del mercado laboral estadounidense.
Fuente: https://www.df.cl / Renato García J.
En medio de los temores por una guerra comercial entre Estados Unidos y China, este martes pasó casi inadvertido un dato sobre la fortaleza de la mayor economía del mundo que marca un hito sin precedentes.
Ese día, la Oficina de Estadísticas Laborales de EEUU informó que el número de puestos de trabajo vacantes llegó a 6,7 millones de plazas en abril, por sobre los 6,35 millones de personas desempleadas.
Esto marca el segundo mes consecutivo en que hay un superávit de oferta laboral (el dato de marzo fue corregido al alza en la última revisión), algo que era inédito en la historia del país, desde que se comenzó a llevar registro en 2000.
En abril se crearon además 65 mil plazas laborales, un incremento récord y ese mismo mes, el número de personas que estaba buscando colocación retrocedió en 23 mil. En mayo, la cantidad de desempleados buscando contratarse retrocedió todavía más, a 6,06 millones, aunque todavía no hay cifras de oferta laboral comparables para ese mes.
El mercado laboral de Estados Unidos se ha mantenido dinámico, en medio de señales de fortaleza de la economía, y aunque eso todavía no se ha visto reflejado en un incremento proporcional de las remuneraciones, la creciente escasez de trabajadores podría comenzar a generar pronto nuevas presiones inflacionarias.
Este dato sería clave para las futuras decisiones de la Reserva Federal, a medida que el banco central de Estados Unidos avanza en la normalización de su tasa de interés, revirtiendo progresivamente su actual política expansiva, lo que a su vez podría tener fuertes repercusiones en los flujos de capital hacia las economías emergentes.
De hecho, los trabajadores en ese país hoy parecen más confiados que en mucho tiempo en su capacidad de conseguir una mejor ocupación. Así lo indica el índice de renuncias, que en abril llegó 3,35 millones, equivalentes a una tasa de 2,3%, su nivel más alto desde 2005, por sobre el promedio de 2,1% del año pasado.