Fuente: http://www.eleconomista.es / José Luis de Haro
Mientras la rentabilidad de la deuda pública de Estados Unidos recupera su brío y la Oficina Presupuestaria del Congreso atisba déficits por encima del billón de dólares a partir de 2020, la agencia de rating Moody’s brindó un capote a la Administración Trump al blindar la triple A del país. Un respiro que vino acompañado también de represalias, ya que la calificadora considera que la política comercial representa uno de los principales riesgos a la baja para la economía.
Pese a que el escenario base que baraja la entidad no atisba una «escalada severa» en las restricciones comerciales entre Washington y Pekín, es cierto que las rencillas dentro de la Casa Blanca sobre cómo enfrentar las negociaciones con el gigante asiático añaden incertidumbre a los temores sobre una posible guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.
La próxima semana el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, el director del Consejo Económico Nacional, Larry Kudlow, el director del política comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro y el representante comercial de EEUU, Robert Lighthizer, viajarán a Pekín para encontrar algún tipo de solución que evite la imposición de aranceles por valor de hasta 160.000 millones de dólares por parte de Washington.
Sin embargo, el problema es la falta de sintonía entre la delegación americana, donde Mnuchin y Kudlow mantienen una postura más abierta a negociar con China mientras Navarro y Lighthizer sólo aceptarán como respuesta una propuesta específica que implique concesiones claras para reducir la brecha comercial entre el país y EEUU.
«Lighthizer y Navarro comparten la visión de Trump: el aspecto más importante en estos menesteres es el déficit del comercio. Esta no es la opinión que comparten Mnuchin y Kudlow», señala Chris Krueger, director gerente de Cowen Washington Resarch Group.
«Este viaje será importante para crear un marco para futuras negociaciones, aunque el desafío central sigue siendo conceptualizar qué es lo que quiere la Administración Trump busca conseguir de China y que el Gobierno de Xi Jinping esté dispuesto a aceptar», añade, incidiendo en que la delegación estadounidense corre el peligro de pasarse la mayor parte del viaje negociando entre ellos.
A la espera de lo que ocurra la semana que viene, Moody’s proyectó que la Reserva Federal elevará entre dos y tres veces los tipos de interés en lo que queda de año y otras tres veces más en 2019. A medida que las tasas de interés se normalicen en el país, el Gobierno estadounidense enfrentará presiones de deuda «más significativas», avisaron los expertos de una de las agencias de rating más importante.