Sin modificar la Ley Nacional de Inmigración (INA, en inglés), el presidente Donald Trump está logrando avanzar en su reforma migratoria.

Por lo pronto, su administración publicó en el Registro Federal (el diario oficial de los Estados Unidos), el memorando del 6 de abril que pone fin a la política del “catch and release” (“capturar y liberar”).

La política se sustenta en la orden ejecutiva 13767 del 25 de enero de 2017 “Mejoras en la seguridad fronteriza y la aplicación de la Ley de Inmigración”.

A partir de la fecha de publicación, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tiene 45 días para implementar la política ordenada por el presidente Trump.

“Dirigí a la secretaria de Seguridad Nacional (Krisjten Nielsen) para que emita una nueva orientación política sobre el uso apropiado y consistente de la autoridad de detención bajo la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA), incluida la terminación de la práctica conocida como “captura y liberación”“, se indica en el memorando.

Se señala que el 20 de febrero de 2017, el DHS emitió un memorando tomando medidas para poner fin a las prácticas de “captura y liberación”, los cuales “han producido resultados positivos”, por lo que el mandatario se apega a los poderes conferidos como Presidente por la Constitución y las leyes de EEUU y ordena finalizar el programa mencionado.

“Finalizando “atrapar y soltar”… dentro de los 45 días de la fecha de este memorándum, el Secretario de Seguridad Nacional, en coordinación con el Secretario de Defensa, el Fiscal General y el Secretario de Salud y Servicios Humanos, deberá presentar un informe al Presidente detallando todas las medidas que sus respectivos departamentos han perseguido o están siguiendo para terminar rápidamente con las prácticas de ‘capturar y liberar’”.

También se pide la revisión de instalaciones del gobierno disponibles, incluidos inmuebles militares, para encerrar a los indocumentados capturados por la Patrulla Fronteriza.

“(Elaborar) una lista detallada de todas las instalaciones existentes, incluidas las militares, que podrían utilizarse, modificarse o reutilizarse para detener a extranjeros por infringir la ley de inmigración en las fronteras de los Estados Unidos o cerca de ellas“, se indica.

Con esta política, el mandatario busca cumplir una de sus principales promesas de campaña: reducir la comunidad de inmigrantes indocumentados en los EEUU.