Valor de las colocaciones de este segmento subió 62% entre el 2014 y el 2017, y ya alcanzó los ingresos generados por el sector agrícola

Las exportaciones de equipo de precisión y médico inyectaron un fuerte dinamismo a las exportaciones costarricenses, pues el monto de las ventas se disparó en los últimos años, con un crecimiento del 62% entre el 2014 y el 2017.

 

 

(Video) Ventas de equipo de precisión y médico subieron 62% del 2014 al 2017
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El valor que coloca en el extranjero este conglomerado o cluster pasó de $1.759 millones, en el 2014, a $2.847 millones, en el 2017, de acuerdo con datos de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).

 

Fuente:  https://www.nacion.com /  Marvin Barquero 

Con esa suma, el sector de equipo de precisión y médico igualó los ingresos generados por el sector agrícola, en donde se incluyen banano, piña, café, melón y otros productos primarios. Esos dos sectores son los principales de las exportaciones costarricenses y cada uno representa un poco más del 26% del total

El mayor avance de la manufactura médica, en Costa Rica, se presenta, precisamente, a partir del 2014, un año difícil para las exportaciones del país pues fue cuando se conoció públicamente la salida de la sección de manufactura de la empresa Intel de Costa Rica.

Las autoridades estiman que el fortalecimiento de este conglomerado fue fundamental para evitar un colapso en las ventas costarricenses al exterior, pues las ventas de Intel llegaron a representar más del 20% del total.

Hoy, Costa Rica tiene 72 empresas en este segmento (en el 2.000 eran solo ocho); es sede de siete de las 10 empresas del subsector cardiovascular más grandes en el ámbito mundial y todo el sector, en general, emplea a 22.400 personas, de acuerdo con cifras aportadas por la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), agencia encargada de atraer inversión extranjera directa.

Boston Scientific tiene una planta en Propark, El Coyol de Alajuela. Uno de los productos que salen de esa planta son los catéteres uretales. La empresa tiene, también, una planta en Lagunilla de Heredia. Foto: Melissa Fernández
Boston Scientific tiene una planta en Propark, El Coyol de Alajuela. Uno de los productos que salen de esa planta son los catéteres uretales. La empresa tiene, también, una planta en Lagunilla de Heredia. Foto: Melissa Fernández

Estas compañías emplean a profesionales en carreras relacionadas a ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM, por sus siglas en inglés) a nivel técnico y universitario, ya que son las más buscadas por estas empresas.

Sin embargo, también contratan personal con niveles de colegio o incluso de primaria, al cual entrenan con una fuerte inversión, para la parte de manufactura, detallaron algunos gerentes de las operaciones locales de las firmas.

Por nivel académico, los puestos se dividen en un 5,5% de personas con preparación técnica del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), un 21,2% con escuela primaria, un 52,5% con preparación de colegios técnicos o académicos y 20,8% con preparación universitaria, informó Cinde en una respuesta.

El valor las exportaciones de equipo de precisión y médico se disparó en los últimos años e igualó el ingreso del sector agrícola
El valor las exportaciones de equipo de precisión y médico se disparó en los últimos años e igualó el ingreso del sector agrícola

“Una trayectoria comprobada, recurso humano altamente capacitado, localización estratégica, excelente clima de negocios, robusta infraestructura de servicios, su plataforma de comercio exterior, el régimen de Zona Franca y calidad de vida, son los factores que nos dan ventaja sobre muchos otros competidores para lograr atraer proyectos de inversión al país en todos los sectores estratégicos, incluyendo ciencias de la vida”, declaró el director general de Cinde, Jorge Sequeira.

En las grandes ligas

Al nivel en el que se encuentra hoy Costa Rica, en la industria del sector médico, se puede decir que está jugando en las grandes ligas del mundo de esta industria, de acuerdo con Cinde.

Datos de la Coalición, con base en estadísticas de fDi Markets del Financial Times, ponen a Costa Rica como competidor directo de países como Brasil, México, Estados Unidos, Colombia, India, Singapur, Filipinas, Alemania, Reino Unido, Francia, Suiza, Irlanda, Dinamarca, Hungría, República Checa, por atraer proyectos de inversión en el campo de los dispositivos médicos, detalló Sequeira, en respuestas a un correo electrónico.

“Si queremos mantener nuestra posición internacional como destino estratégico para estas inversiones, debemos trabajar en la competitividad país”, advirtió este representante.

Edwards Lifesciences tiene la planta de producción en el parque La Lima, en Cartago. La compañía ya tiene avanzada la construcción en el mismo sitio de una segunda instalación, con una inversión de $100 millones. Foto: Rafael Pacheco
Edwards Lifesciences tiene la planta de producción en el parque La Lima, en Cartago. La compañía ya tiene avanzada la construcción en el mismo sitio de una segunda instalación, con una inversión de $100 millones. Foto: Rafael Pacheco

Sequeira detalló que Cinde ha sido enfático en poner especial atención a temas de competitividad de cara al retador contexto internacional en el cual se está compitiendo.

Hablamos, dijo, del fortalecimiento del recurso humano en materia de bilingüismo y promover que más personas se gradúen de carreras de alta demanda (STEM) tanto en grados técnicos como universitarios.

Agregó la atención inmediata de debilidades relacionadas con infraestructura, reducir la tramitomanía, mantener la estabilidad jurídica, mejorar costos de servicios eléctricos, conectividad y la actualización de carreras que permitan estar al día con las tendencias mundiales que dicta la cuarta revolución industrial. Todo esto permitirá responder de forma efectiva a los cambios del mercado y las necesidades que estas empresas demandan, señaló Sequeira.

Pese a esos retos, el director de Cinde consideró que las empresas de ciencias de la vida vienen para quedarse en Costa Rica. Esas compañías, enfatizó, planifican a largo plazo sus inversiones y la decisión de llegar a un país no se toma a la ligera, y por el contrario, miden muy bien el entorno local para conocer sus posibilidades de expansión y crecimiento.

Ejemplo de eso es que Smith & Nephew inició sus operaciones de manufactura en el país desde el 2002. En el 2014 reforzó su posición en el mercado de medicina deportiva con la adquisición de la firma ArthroCare Corporation y recientemente diversificó su operación con la apertura de un centro de servicios.

Además, Edwards Lifesciences Corporation, el líder mundial en innovaciones para los pacientes con enfermedades cardíacas, anunció una inversión de $100 millones para sus planes de expansión en Costa Rica.

Junto a eso, el año pasado Philips anunció la expansión de su planta de producción fabricando soluciones innovadoras de la línea de cuidado respiratorio y del sueño.

También está el caso de Okay Industries, que reinvirtió, en Costa Rica, $2 millones el año pasado para ampliar su operación en planta, y adquirir nuevos equipos de última tecnología para manufacturar partes utilizadas en la industria de dispositivos médicos.

Gerentes ven recurso humano como mayor fortaleza

Quizá muchos costarricenses no conocen que dispositivos con precisión milimétrica, los cuales evitan operaciones a corazón abierto costosas y de larga recuperación porque se introducen por las venas, se hacen en Costa Rica.

Tampoco es, quizá, del conocimiento general que en las 72 compañías actuales del conglomerado hay más del 20% del personal con nivel de escuela primaria y otro 52% con preparación de colegios técnicos o académicos.

La calidad de la mano de obra ha sido fundamental para que la compañía Boston Scientific, empresa dedicada a la fabricación de dispositivos médicos, tenga dos plantas en el país y 3.300 empleados. Fotos Melissa Fernández
La calidad de la mano de obra ha sido fundamental para que la compañía Boston Scientific, empresa dedicada a la fabricación de dispositivos médicos, tenga dos plantas en el país y 3.300 empleados. Fotos Melissa Fernández

Ellos son parte de los 22.400 empleados que laboran en la llamada industria de ciencias de la vida y que hacen diariamente decenas de productos enviados desde Costa Rica para mejorar la condición de salud de personas en todo el mundo.

Ese recurso humano es el elemento más valioso para que llegaran las empresas, se mantengan aquí e incluso realicen grandes nuevas inversiones, según concidieron Jorge Perera, gerente de Boston Scientific, y Josué Campos, gerente de Edwards Costa Rica.

Para Perera, la primera incursión de Boston Scientific en Costa Rica, hace 14 años, tuvo que ver mucho con la diversificación geográfica y también –reconoció– con los costos.

Pero el valor del recurso humano y su muy alta capacidad de asimilación hicieron que la compañía abriera otra planta, esta vez en Coyol, Alajuela y que hoy tenga 3.300 empleados en el país.

Y no solo eso. La compañía inició en Costa Rica con la manufactura básica y ahora ya tiene establecido una área de investigación y desarrollo. Aunque prefirió no brindar detalles, Perera adelantó que esta año, posiblemente, saldrá el primer producto diseñado y elaborado en Costa Rica.

Al recurso humano Perera añadió el costo relativo, la estabilidad política, la estabilidad macroeconómica y la seguridad jurídica (estabilidad de las reglas del juego) como los puntos fuertes de Costa Rica en la competencia por atraer empresas de esta área.

En julio del 2016, Edwards Lifesciences se estableció en Costa Rica, concretamente en la zona franca La Lima, en Cartago. En año y medio tiene ya 350 empleados y al lado de su actual planta construye otra con una inversión de $100 millones, la cual abriría en el 2020 y llevaría el número de empleados a 1.000.

Para esta compañía, el talento humano es una parte fundamental de sus operaciones, per también la estabilidad política, los valores de la sociedad y la colaboración de autoridades nacionales y locales se conjugan paraampliar operaciones, dijo Campos.

La empresa actualmente hace productos intermedios para uno final que se ensambla en otros países, pero en la planta nueva se fabricarán productos finales