Mientras el gobierno de los Estados Unidos y el Congreso buscan cómo hallar solución a los diversos retos en temas migratorios, activistas (conservadores y liberales) ponen sobre la mesa nuevas propuestas que podrían hacerles esa tarea más sencilla.
Fuente: eldiariony.com / 2018/01/15
Tal es el caso del Grupo de Investigación de Inmigrantes (ITIG) que considera que la solución se debe poner sobre “los hombres de los inmigantes mismos y quienes los emplean”, con una visa especial de 10 años.
“Los 20-30 millones de empleadores estadounidenses, propietarios de fábricas y servicios, granjeros y otros que contratan a inmigrantes indocumentados se benefician de la mano de obra barata, sin embargo, los contribuyentes estadounidenses pagan injustamente el costo”, escribió el portavoz de esa organización, Sean O’Neill, en The Hill. “El permiso de trabajo de 10 años para inmigrantes no autorizados tiene sentido, porque muchos de ellos necesitan con urgencia las habilidades de los expertos en la construcción de infraestructura, la agricultura y el procesamiento de alimentos”.
El activista indica que los contribuyentes estadounidenses necesitan protección, pero es importante permitir a los indocumentados y a sus empleadores ser parte de la solución.
El enfoque se justifica en los fondos insuficientes para proteger a los trabajadores, aunado al gasto en seguridad fronteriza.
“Hay un plan presentado por el Grupo de Inmigración de Inmigrantes que generaría $210 mil millones en nuevos ingresos durante un período de 10 años”, indica. “Estos ingresos… estaría completamente financiado por inmigrantes indocumentados y sus empleadores“.
Con ello se otorgaría:
- Un permiso de trabajo especial renovable de 10 años denominado REALcard (REAL para Respeto, Igualdad, Responsabilidad y Legalidad) que los inmigrantes pueden tener cuando contribuyen con un centavo por cada dólar que reciben.
- Esta contribución sería igualada por sus empleadores, en una solución llamada “cinco + cinco”.
“Al abrazar esta propuesta, tanto la Casa Blanca como el Congreso podrían enfriar la acalorada retórica de inmigración y ayudar a desintoxicar el debate, mientras brindan ayuda humanitaria a millones de inmigrantes indocumentados que temen que algún día ICE toque a su puerta”.
O’Neill no especifica si su organización ya ofreció formalmente esta propuesta a congresistas o al gobierno federal.