Desde hace algún tiempo, pero sobre todo durante la última temporada, Javier Gómez Noya ha mudado su perfil como triatleta ponderando la resistencia a la potencia y trabajando específicamente para encaminar su futuro profesional hacia carreras de larga distancia.
Gómez Noya ganó hace apenas una semana una prueba en distancia similar en Des Moines
Desde hace algún tiempo, pero sobre todo durante la última temporada, Javier Gómez Noya ha mudado su perfil como triatleta ponderando la resistencia a la potencia y trabajando específicamente para encaminar su futuro profesional hacia carreras de larga distancia. En el circuito de las Series Mundiales ha sido en las carreras de recorrido olímpico donde ha exhibido mejores prestaciones, pero si en alguna prueba ha deslumbrado ha sido en aquellas en las que el trazado se alarga considerablemente. En enero, en Dubai; y la pasada semana, en Des Moines, Gómez Noya mostró su versión evolucionada en todo su esplendor.
Mañana –13.30 hora española, retransmitida en streaming por eu.ironman.com–, en el Campeonato del Mundo de medio Ironman, la gran final del Ironman 70.3, se repiten las condiciones para que vuelva a subirse a lo más alto del podio: una distancia notable –113 kilómetros– y la prohibición de rodar a rueda en el segmento ciclista. Ello convierte la cita que se disputará en la localidad estadounidense de Chattanooga, al sur del estado de Tennessee, lindando con Georgia, en el gran objetivo de Gómez Noya para esta temporada, por encima incluso de las Series Mundiales, cuya gran final todavía está pendiente.
El departamental ha dispuesto su preparación para llegar en un momento álgido a un campeonato en el que parte como favorito pero en el que la nómina de adversarios es notable y extensa. El defensor del título, Tim Reed; el doble campeón en esta década, Sebastian Klenle; el incombustible Tim Don; el también vencedor del Mundial Realert; o el gran dominador de la presente campaña, el prometedor Appleton, son solo algunos de los que rivalizarán con el por el triunfo.
Estrategia
Muchos de ellos saben que si quieren hacerle sombra al español han de fundirlo sobre la bicicleta porque, como Gómez Noya llegue con fuerzas a la carrera a pie, en circunstancias normales resulta casi imbatible corriendo para buena parte de ellos. Por eso será determinante la fuerza, la resistencia, pero también la estrategia en un recorrido que arranca con casi dos kilómetros de natación en aguas del río Tennessee para dar paso, a continuación, a 90 kilómetros de ciclismo.
Es aquí donde las cosas se pondrán difíciles para el medio centenar de participantes, sobre todo en una primera parte con 40 kilómetros que pican hacia arriba y que acumulan un desnivel de 1.100 metros. Los otros cincuenta, más llanos, pueden resultar decisivos para neutralizar fugas indeseadas y determinar las posiciones de carrera antes de que los triatletas se calcen las zapatillas y se echen a correr.
Y tendrán que hacerlo con un mínimo de combustible porque les esperan más de veinte kilómetros de continuas subidas y bajadas, de repechos sin tregua que acabarán marcando la diferencia.
Tras ganar este Mundial en 2014 en Edmonton, donde marcó dos records aún vigentes, y ser tercero en 2013, Gómez Noya quiere un nuevo título. l