La belleza ya no es un look: el nuevo mensaje del Miss Universe 2025. Por: Cecilia Alvarez
NOTI-AMERICA.COM | FLORIDA
La belleza ya no es un look: el nuevo mensaje del Miss Universe 2025.
Por Cecilia Alvarez – Nail Artist & Columnista de Belleza
📲 Instagram: @ceci.alvarez19 | @cecilia.nailartist
🌐 www.ceciliaralvarez.com
Hay algo en el aire cuando comienza el Miss Universe.
Luces, cámaras, vestidos que parecen obras de arte, y un escenario que reúne a mujeres de todos los rincones del mundo. Pero este año, más que nunca, el certamen mostró que la belleza ya no se mide en centímetros ni en kilos, sino en conciencia, autenticidad y propósito.
El mundo cambió, y con él, el concepto de lo que significa ser una mujer bella. Ya no alcanza con ser perfecta: hay que tener algo que decir.
La nueva generación de reinas
En esta edición 2025, el Miss Universe dejó claro que los tiempos de los estereotipos quedaron atrás.
Las favoritas son mujeres con voz propia, con historias de resiliencia, con causas que defienden desde el alma.

Ahtisa Manalo (Filipinas) se posiciona como una de las grandes favoritas. Su elegancia es innegable, pero lo que más resuena en ella es su compromiso con el empoderamiento juvenil. Representa a una generación que quiere brillar, sí, pero también inspirar.

Manika Vishwakarma (India) rompe moldes: estudiante de Ciencias Políticas, creadora de una fundación sobre neurodiversidad y ejemplo de inteligencia emocional.

Nadeen Ayoub (Palestina) hizo historia al ser la primera representante de su país. Su presencia sobre el escenario es un símbolo de esperanza, y su mensaje sobre educación y tecnología demuestra que el conocimiento también puede ser un acto de belleza.

Vanessa Pulgarín (Colombia), Olivia Yacé (Costa de Marfil) y Praveenar Singh (Tailandia)aportan la fuerza de tres culturas distintas, mostrando que el nivel mundial no se trata solo de competencia, sino de convivencia.

Y claro, entre ellas, brilla con luz propia nuestra representante argentina, Aldana Masset, quien con su elegancia, simpatía y frescura, llevó al escenario una belleza real, natural y con identidad.

Pero hay una historia que me toca especialmente: la de Itza Castillo, Miss Nicaragua 2025.
Tuve el honor de acompañarla como nail artist en su camino hacia el certamen, y pude ver de cerca la entrega, la disciplina y la sensibilidad con la que vive su rol.
Itza no solo representa a su país: representa a todas las mujeres que se animan a soñar, a trabajar con propósito y a defender su autenticidad en un mundo que muchas veces les exige encajar.
Un nivel mundial que trasciende lo estético
Cuando hablamos de «nivel mundial» en belleza, solemos pensar en técnica, maquillaje, estilismo.
Pero este año, el Miss Universe demostró que el verdadero nivel está en la coherencia entre lo que una mujer muestra y lo que realmente es.
El maquillaje puede transformar un rostro, pero la autenticidad transforma una vida.
Y eso, dentro de la industria de la belleza, es un mensaje poderosísimo.
Desde Filipinas hasta Nicaragua, desde India hasta Argentina, este certamen se volvió un espejo de lo que muchas mujeres sentimos: que no queremos ser perfectas, queremos ser reales.
La belleza que sana
Como profesional de la belleza, lo veo cada día: una clienta que se mira las manos después de hacerse las uñas y sonríe no solo por el color, sino por cómo se siente consigo misma.
Esa es la belleza que sana.
La que acompaña, sostiene y empodera.
La misma belleza que este año pisó el escenario del Miss Universe.
No hay moldes, no hay límites. Hay historias, emociones y una energía femenina que abraza.
Este nuevo paradigma no compite: inspira.
Y para las que trabajamos en este mundo, es un recordatorio de que nuestro trabajo va mucho más allá de una técnica. Es arte, contención y mensaje.
Lo que deja esta edición
Más allá del brillo, el maquillaje y los vestidos, esta edición del Miss Universe deja una huella.
Nos enseña que la belleza del futuro no será la más perfecta, sino la más humana.
Y que cada mujer, con su historia y su propósito, tiene algo único para aportar.
Reflexión final:
Preguntate: ¿qué historia estás contando con tu imagen?
Porque cuando una mujer se alinea con su propósito, su belleza deja de ser una máscara y se convierte en un faro.
Y ese, sin dudas, es el nuevo nivel mundial de la belleza.