Retos de las ONGs en América latina: Estrategias para combatir la inflación y la pérdida de valor de las donaciones
En los últimos años, las organizaciones no gubernamentales en América latina han enfrentado desafíos crecientes ante la inestabilidad económica y nuevas restricciones legales. La alta inflación en países como Venezuela y Argentina afecta de forma directa el valor de las donaciones. A las que se suman nuevas normativas legales restrictivas en Paraguay y Venezuela, que impactan el derecho de asociación y las operaciones de las organizaciones.
En Argentina, la Asociación de Ejecutivos en Desarrollo de Recursos para Organizaciones Sociales (AEDROS) emitió el pasado marzo un comunicado en el que refleja su preocupación ante la tendencia de pérdida de valor de las donaciones. Mientras que Amnistía Internacional, condenó en julio la aprobación del Senado de Paraguay ante un proyecto de ley, que según la organización: ”viola el derecho a la libertad de asociación y podría poner en riesgo a las organizaciones de la sociedad civil en el país”.
Por su parte, en Venezuela, la Asamblea Nacional aprobó en agosto de manera unánime, la Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las ONG y Organizaciones Sociales pese las advertencias de la ONU ante una “supresión del espacio cívico y del derecho de asociación”.
Romina De Felice, contadora y administradora de empresas egresada de la Universidad de Buenos Aires, y directora de Friends of Las Tunas ONG con más de 10 años de vinculación con organizaciones no gubernamentales, analiza la problemática y comparte estrategias claves para fortalecer la operatividad de las organizaciones en medio del contexto que atraviesan.
“En el caso puntual de Argentina, la inestabilidad económica y la devaluación del peso han afectado la capacidad de las ONGs para mantener sus operaciones. Además, las regulaciones cambiarias del gobierno argentino dificultan la transferencia de fondos desde el exterior.” Explica Romina De Felice. La experta destaca que estas organizaciones enfrentan dificultades para acceder al mercado cambiario y convertir dólares a moneda local. Una situación que impacta la planificación y ejecución de proyectos.
La inflación impacta directamente en el aumento de los costos operativos.
Romina, detalla que la alta inflación incrementa los costos operativos de las ONGs, lo que complica aún más la planificación financiera y la ejecución de proyectos a largo plazo. El contexto adverso requiere que las ONGs sean “cada vez más resilientes y creativas en su búsqueda de financiamiento y gestión de sus recursos”.
Recomienda como estrategia para mitigar la situación: diversificar las fuentes de ingreso. Puesto que, al no depender de una única fuente de ingreso, es posible reducir el impacto de la inflación. ¿Cómo conseguirlo? La experta aconseja fomentar diversas fuentes de financiamiento, tales como donaciones individuales, patrocinios corporativos, subvenciones gubernamentales y campañas de recaudación de fondos.
A su vez, destaca que en medida de lo posible, resulta beneficioso recibir donaciones en moneda extranjera ya que ayuda a contrarrestar parcialmente la pérdida de valor.
Todo ello, unido a un adecuado manejo del presupuesto y el análisis periódico de los desvíos, junto con el armado de proyecciones de ingresos y gastos. Lo que permite anticiparse ante los acontecimientos y gestionar los fondos de forma estratégica y eficiente. La experta indica que “anticiparse posibilita la búsqueda de alternativas, la solicitud de diferentes presupuestos y promueve la toma de decisiones estratégicas a la hora de utilizar los fondos”.
Otra procedimiento que considera sumamente útil, es disponer de una reserva de fondos. Consciente de que “no siempre es posible y depende de cada ONG y su capacidad de ahorro, mantener fondos de respaldo es beneficioso para cubrir posibles baches en los ingresos o desviaciones en los gastos. Además, si estos fondos pueden invertirse a corto plazo o mantenerse en moneda extranjera, contribuyen a preservar su valor frente a la inflación”.
A nivel interno, sostiene, es fundamental contar con personal capacitado que busque nuevas oportunidades de financiamiento y optimice el uso de los recursos disponibles para maximizar la estabilidad y sostenibilidad.
Por último, también destaca la importancia de formar alianzas con otras ONGs, empresas y organizaciones comunitarias para compartir recursos, conocimientos y relaciones como estrategia para reducir costos operativos.