Internet de las cosas y la logística en época de recesión e implementación de nuevas herramientas Tecnológicas
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Internet de las cosas y la logística en época de recesión e implementación de nuevas herramientas Tecnológicas
Desde la existencia y posterior fortalecimiento de la internet en la década de los 90tas, la capacidad de esta herramienta parece no tener límite alguno. Según el estudio realizado por We Are Social, están conectadas cerca de 5.160 millones de personas en todo el mundo en lo que va del 2023, lo que representa un 64.4% de la población a nivel global. Estos datos están basados únicamente en el ecommerce, apps y redes sociales, sin embargo, esta cifra no contempla los cientos de millones de datos generados por las compañías entre sí y a su vez con el consumidor final. Sectores como la logística en la construcción y agricultura aprovechan de buena forma toda la información recolectada de los diferentes dispositivos asociados al sistema para hacer más eficientes y eficaces sus procesos productivos, por ende, obtener un mayor retorno de la inversión.
Varios de los campos relacionados con la industria se ven relegados por el constante desarrollo tecnológico. La IA (Inteligencia Artificial), surge como respuesta a la sistematización del razonamiento, aunque no siendo del todo autónomo al requerir la consulta inicial del usuario para procesar toda la información disponible en la red. Recientemente Geoffrey Hinton, considerado el “padrino de la inteligencia artificial” ha dejado su cargo en Google con el fin de hablar con plena libertad de los peligros de la IA. “Cerca de 300 millones de empleos se verán afectados en todo el mundo por el uso de las IA” esto fue parte del informe publicado por los economistas de Goldman Sachs. Muchos de los empleos de “escritorio” serán los más perjudicados con la llegada de la IA, concluyen al ver la capacidad de volver obsoletos algunos puestos de trabajo que en esencia esta herramienta podría en un futuro hacer fácilmente.
Si hablamos de Internet de las Cosas, debemos centrar la atención por lo menos 15 años atrás con la aparición de las primeras aplicaciones que usaban (y siguen utilizando) toda la red de datos a su favor. La información siempre estuvo a disposición de todos. La necesidad de controlar el entorno era esencial tanto en la vida cotidiana como a nivel industrial, económico y militar. Pero el problema surgió con la capacidad mínima de procesar esa gran cantidad de datos y hacer algo útil con ello. He ahí donde IoT (como sus siglas en inglés: Internet of Things) surge como la herramienta que da orden y forma a un vasto sistema. Compañías como Uber, irrumpieron en el mercado del transporte al incluir dentro de su unidad de negocio a personas que contaban con un auto y querían generar ingresos sin las ataduras de un trabajo formal. Utilizar cada uno de los teléfonos móviles de los usuarios como puente para recolectar la información necesaria y con ello coordinar automatizadamente la operación, era un claro sentido de lo que el Internet de las Cosas significaba.
Tras varios años de desarrollo, este concepto se ha consolidado en la industria agrícola, minera y de construcción. Estaciones meteorológicas, fuentes eléctricas, sensores de vibración, hasta paneles de energía solar. Son algunos de los elementos que hacen parte de este gran sistema, sin ellos, no se podría prever situaciones del entorno que puedan afectar las labores diarias de una compañía. Por ejemplo, lo que sucede en las floras ubicadas en la Sabana de Bogotá, capital de Colombia. Lugar donde se exportan cada año alrededor de 6.5 millones de toneladas de todo tipo de flores para las festividades de San Valentín. Siendo el clima de la ciudad de Bogotá muy variable por presentar micro climas, la Sabana no es la excepción y aún más cuando en los primeros meses del año se presentan las heladas de verano, donde la temperatura puede rondar los 0 grados. Para los floricultores, es indispensable contar con sistemas de alerta temprana, por tal motivo, las estaciones meteorológicas son de gran ayuda al momento de identificar cualquier variación en la presión atmosférica, es allí donde los sensores ubicados estratégicamente en los cultivos, parametrizados adecuadamente, dan la indicación precisa del momento adecuado para, subir la temperatura en los invernaderos, o si es necesario, proceder a recoger la cosecha, agrupando a los cientos de trabajadores y transportistas para mantener el producto en las mejores condiciones.
Esto es un claro ejemplo del impacto que tiene el IoT en la industria, sin embargo, tal como se ha evidenciado a través del tiempo, la implementación de nuevas tecnologías vuelve obsoleto el trabajo de cientos de empleados, causando despidos masivos, tal como ocurrió (y no necesariamente por la tecnología) en el presente año con grandes compañías como Google, Amazon y Tesla, líderes mundiales en desarrollo tecnológico y logístico. La constante batalla por el control del abastecimiento de los combustibles fósiles, el surgimiento de nuevas monedas de cambio y la inestabilidad financiera de las grandes potencias, son algunos de los factores externos que impiden a grandes compañías seguir innovando, enfocando todo su capital en mantener a flore su actividad económica.
Muchos expertos coinciden con el hecho de invertir de manera eficiente en las nuevas tecnologías que potencien la cadena de suministro. Puede que parezca una decisión muy arriesgada cuando el capital es limitado y las demás compañías crecen a pasos agigantados absorbiendo todo a su paso. Pero volvamos al caso de Uber. ¿No sería una buena opción darle participación a la gente del común en las grandes obras? ¿Es decir, por ejemplo, si un particular cuenta con algunas máquinas dedicadas a la construcción y la ciudad de Nueva York necesita de los servicios de estas unidades para realizar el mantenimiento de algunas calles, por qué no hacer partícipe a los ciudadanos de sus propias obras? Los grandes, medianos y hasta los pequeños contratos son ganados por grandes compañías. Podemos seguir irrumpiendo en el mercado, dando participación directa a los propios residentes.
Las opciones son ilimitadas y siempre será una buena decisión optar por invertir en las herramientas tecnológicas que nos faciliten la toma de decisiones en tiempo real. Puede que las pequeñas empresas tengan limitaciones al querer innovar, sin embargo, cada esfuerzo se verá reflejado en un corto tiempo en comparación con un escenario sin estas. La identificación de errores y fugas de capital en la operación, cada vez son más fáciles de percibir gracias a todos y cada uno de los elementos conectados a internet. El rastreo de las máquinas, su capacidad de trabajo, la calificación de los operadores, los sensores en el entorno y la conexión directa con las necesidades del cliente final, hacen que el modelo económico en las grandes industrias, volque su atención en la modernización de los procesos productivos y de logística.
Escrito por Oscar Otalora