Bashaga, el aliado de Estados Unidos de cara a las presidenciales en Libia
El candidato libio proyecta afianzar las relaciones bilaterales con ese país y trazar una hoja de ruta en materia de energía, ciberseguridad, educación y otros asuntos clave para la nación africana.
La muerte de Muamar al Gadafi en el 2011 marcó un hito para la historia política de Libia, ya que no sólo representó la caída de una dictadura de decenas de años, sino que también reconfirmó el poder que tiene Estados Unidos y otros países a la hora de abogar por la democracia.
Este liderazgo de la potencia ha generado que algunos candidatos como el exministro del interior Fathi Bashaga planteen una reconstrucción de las relaciones bilaterales con ese país y otros aliados de EE.UU. en el medio Oriente y norte de África, de cara a las elecciones presidenciales.
“Una Libia estable será la clave para la estabilidad del Mediterráneo y los países costeros. Después de las elecciones, el país estará en condiciones de explorar nuevas relaciones con el mundo y romper con un pasado donde los lazos eran limitados debido al conflicto”, cuenta Bashaga.
Y es que si bien Estados Unidos es un antiguo socio de Libia, la propuesta de Bashaga es afianzar la relación aún más a través de convenios o alianzas de cooperación que fortalezcan su estrategia de energía, ciberseguridad, minería, educación y cultura en su nación.
“Libia pasará de ser un mero amigo de Estados Unidos a un aliado que se puede comparar con Australia o Taiwán en términos de importancia estratégica dada su ubicación geográfica”, añade.
¿Y los otros países?
En cuanto a sus relaciones exteriores, Bashaga planea adoptar un principio de completa neutralidad de Libia hacia los conflictos y problemáticas regionales e internacionales. No obstante, proyecta fomentar un estrecho lazo con Egipto, teniendo en cuenta que es un aliado clave en el norte de África y un país con el que comparten más de 1.100 kilómetros de frontera.