Maduro ordena nueva “cuarentena radical” de una semana en Venezuela, por aumento de casos
El líder venezolano comenzó con los confinamientos reforzados desde mediados de junio para frenar el avance del coronavirus, cuyos casos siguen en aumento.
“¡Todos, a prepararnos para 7 días de cuarentena verdaderamente radical!”, expresó el mandatario socialista en un pase telefónico transmitido por la cadena de TV gubernamental.
Venezuela acumula 45.868 casos confirmados y 381 fallecidos por coronavirus, según cifras oficiales, en medio de una aceleración de contagios en este país de 30 millones de habitantes, recoge la agencia AFP, cifras cuestionadas por Human Rights Watch, que asegura que son muchos más los afectados por el COVID-19.
La decisión de retomar el aislamiento una semana hace parte de un esquema de confinamiento llamado “7+7” vigente desde junio, que alterna siete días de “cuarentena radical”, en los cuales la mayoría de los comercios son obligados a cerrar, con siete de “flexibilización” que permiten reactivar el resto de las actividades.
Por su parte, El Nacional de Venezuela señala que la medida anunciada por Nicolás Maduro este domingo entra en vigencia a partir de este lunes 31 de agosto.
El medio destaca la intención del dirigente de llevar a cabo en su país la tercera fase de la vacuna rusa Sputnik V: “En los siguientes días pediremos los voluntarios para participar en la vacuna… Hasta que tengamos esa vacuna y la pongamos a toda la población, seguiremos con el 7+7. Hemos dado con el método”, señaló el dirigente citado por el medio de oposición venezolano.
Respecto de la cuarentena intermitente, el portal Lapatilla.com explica que los únicos establecimientos que tendrán permiso de operar son los que vendan alimentos o medicinas, y en cuanto a los ciudadanos, solo podrán salir aquellos que trabajen en centros de salud, droguerías y supermercados.
La agencia AFP reporta que los municipios fronterizos con Brasil y Colombia quedaron exceptuados de la medida intermitente y permanecen en “cuarentena radical” para “blindar al país” de migrantes venezolanos que están regresando, dijo el domingo pasado la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez.
La crisis socioeconómica dificulta el cumplimiento del confinamiento en un país donde cuatro de cada cinco familias no ganan dinero suficiente para cubrir la canasta alimentaria, de acuerdo con un estudio académico.