El Inter de Miami muestra su coraje en tiempos recios
Cada día que pasa, el entrenador uruguayo Diego Alonso siente que están más cerca de la acción, mientras deben superar las frustraciones y límites en la lucha contra el coronavirus.
Desde el día que se suspendieron las actividades en la liga estadounidense de fútbol profesional, hace diez semanas, hubo algunos avances. Por ejemplo, los jugadores han vuelto a la cancha para prácticas individuales y The Washington Post aseguró que el torneo se reanudará el próximo 22 de junio y los 26 clubes jugarán todos sus partidos en Orlando.
La liga alemana de fútbol, la Bundesliga, empezó a jugar hace dos semanas y todo se encamina a la «nueva normalidad» con estrictas medidas de precaución para evitar el contagio del coronavirus.
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Contagiosas, doctor Anthony Fauci, recomendó en una entrevista con The New York Times que el regreso de los deportes profesionales en Estados Unidos debe ser gradual, cuidadoso y con todo bajo control.
Alonso considera que esas condiciones se están cumpliendo en la MLS.
«La liga se encuentra trabajando muy duro para que podamos jugar la mayor cantidad de partidos y, sobre todo, el objetivo es cuidar la integridad de todos», explicó el entrenador. «Los protocolos que se han establecido y que cumplimos son para mantener a todos seguros».
En efecto, la MLS se viene adaptando a las exigencias de una situación tan grave como la que se vive en estos momentos y toma sus decisiones con mucho realismo.
Por lo pronto, hace dos semanas la liga decidió cancelar tres de sus eventos más importantes de la temporada: el Juego de Estrellas, que iba a enfrentar a las selecciones de la MLS y la Liga Mexicana, el 29 de julio en el estadio Banc of California, en Los Ángeles; la Copa de las Ligas, cuya segunda edición se iba a disputar entre los mejores clubes de la MLS y la Liga MX, entre julio y septiembre; y la III Copa de Campeones, que iba a enfrentar a los campeones de Estados Unidos y México, el 12 de agosto en el CenturyLink Field, en Seattle.
Estas drásticas medidas buscan aprovechar la mayor cantidad de fechas disponibles para que el campeonato de la MLS pueda desarrollarse de la manera más completa posible.
Pese a ello, el confinamiento y las rigurosas medidas preventivas adoptadas por las autoridades crean frustración y ansiedad, pues no hay manera de negociar frente a una situación tan incierta como la que presenta el COVID-19.
«En estos momentos, con los entrenamientos individuales, pero sin interacción colectiva, es muy difícil trabajar en el aspecto táctico del equipo», se lamentó el entrenador uruguayo del Inter. «Sin la interacción de los jugadores, sin ser capaces de poder pasar la pelota y sin poder ejecutar una acción que tenga que ver con el comportamiento táctico, estamos limitados al trabajo físico y técnico».