LECCIONES DE ECONOMÍA
“Teoría Económica en tiempos del COVID-19”
Por: Javier Enrique Delgado P. Economista-MBA-PhD ( c ) jotaedepe@gmail.com
Mutaciones, evoluciones, reinvenciones.
Sobre cambios en los hábitos de consumo.
Últimamente, como es lógico nos hemos vuelto expertos en microbiología, inmunología y demás ciencias relacionadas con esta situación que afecta al mundo, todos compartimos teorías del origen del virus, mucho de mito como de certeza, de especulación como de evidencia científica y en todas ellas el común denominador es la mutación.
Sin ahondar en conceptos y términos del argot científico, usemos la definición de la RAE como punto de partida para desarrollar la idea de la lección de esta semana.
Mutación
Del lat. mutatio, -ōnis.
- f. Biol. Alteración en la secuencia del ADN de un organismo, que se transmite por herencia.
- f. Biol. Fenotipo producido por mutación.
- f. Teatro.Cambio de escena que se realiza variando el telón y los bastidores.
(fuente Diccionario de la Real Academia Española)
De las diferentes acepciones del término haremos una combinación de la biológica y la teatral para referirnos a las transformaciones y cambios en los hábitos de consumo originados por el fenómeno COVID-19, Biológica porque definitivamente el confinamiento y la amenaza real o percibida ha modificado si se quiere el ADN del consumidor actual, los hábitos y preferencias se transforman de manera estructural y desde mi perspectiva no son cambios pasajeros.
La acepción teatral es pertinente si seguimos la dinámica del relato del autor Kenichi Ohmae en su libro “EL próximo escenario global”, la pandemia nos ha dado un cambio de bastidores y telón que modifica la escena y la intención de los actores económicos, consumidores y productores.
Las preferencias mutan hacia el ámbito de lo local y por los bienes de primera necesidad, surge de la innovación también una nueva oferta de bienes y servicios de cuidado personal y las relaciones de intercambio migran hacia escenarios de distanciamiento favorecidos por las plataformas digitales. Las industrias basadas en la asistencia masiva de consumidores de bienes y servicios se ven relegadas y sobreviven solo aquellas que garantizan el aislamiento por medio de las tecnologías de información y comunicaciones.
Se beneficia el consumo local por las medidas regionales de restricción preventiva en la movilidad, esto implica toda una transformación en las preferencias del consumo en términos de cultura alimenticia, bienes de producción nacional (sin necesidad de caer en los dogmatismos del nacionalismo).
Tendencias soslayadas a priori se convierten en las verdaderas Megatendencias del siglo XXI como lo intuyera Patricia Aburdene, no solo la espiritualidad en los negocios sino la simplicidad voluntaria de la que comentara en el artículo pasado, el resurgir del truque y las negociaciones individuales, el poder del “Prosumidor”, la preferencia por la agroecología y la agricultura periurbana y el consumo responsable.
No veo dentro de esta mutación de los agentes o actores económicos individuales una afectación del comportamiento de los gobiernos, mayor o menor intervención es parte de su guion, pero si es el momento de dejar que los actores tengan más capacidad de improvisación en este nuevo escenario del mercado global.
Luego ahondaremos en lo que le sucederá al fenómeno de la globalización, por ahora compartamos en este espacio cómo hemos mutado como participantes en estas nuevas condiciones de mercado. Dejo en el aire planteados muchos conceptos y autores como una académica manera de invitarlos a profundizar y ampliar con este artículo como punto de partida. Espero con entusiasmo sus comentarios.