El desempleo en EEUU aumenta a medida que la crisis económica se profundiza en todo el mundo por el Covid-19
Donald Trump planeaba anunciar nuevas recomendaciones más tarde ese día para permitir que los estados reabrieran, a pesar de las advertencias de los líderes empresariales y los gobernadores de que primero se necesitan más pruebas y equipos de protección, ya que de seguir los aumentos de Covid-19, más problemas puede tener Estados Unidos
El gobierno dijo que 5,2 millones de personas más solicitaron beneficios de desempleo la semana pasada, lo que eleva el total de cuatro semanas a unos 22 millones de una fuerza de trabajo estadounidense de aproximadamente 159 millones – fácilmente el peor tramo de pérdidas de empleo en los EE.UU. registrado. Las pérdidas ascienden a cerca de 1 de cada 7 trabajadores.
Algunos economistas dijeron que la tasa de desempleo podría alcanzar el 20% en abril, la más alta desde la Gran Depresión de los años 30.
Mientras que algunos líderes y ciudadanos de los Estados Unidos han pedido al gobierno que reabra las tiendas, fábricas y escuelas – especialmente en las zonas rurales y otras partes del país que no han visto brotes importantes – las autoridades sanitarias y muchos políticos advirtieron que el retorno a la normalidad es un objetivo lejano y que levantar las restricciones demasiado pronto podría permitir que el virus volviera a atacar.
La decisión de cuándo y cómo aliviar la situación no corresponde a la Casa Blanca sino a los dirigentes estatales y locales, que impusieron los cierres obligatorios y otras restricciones durante el mes pasado.
El alcalde Bill de Blasio de la ciudad de Nueva York, que ha sido duramente golpeada, con más de un tercio de las muertes por coronavirus de la nación, se encontraba entre los que instaron a la cautela.
«Todos quieren que nuestra economía se reinicie… pero tiene que haber un entendimiento muy claro», dijo. «Si no podemos proveer lo básico para nuestra gente, entonces pueden despedirse de su recuperación».
El brote ha infectado a más de 2 millones de personas en todo el mundo y ha causado la muerte de aproximadamente 140.000, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins, aunque se cree que las cifras reales son mucho más altas. El número de muertes en los Estados Unidos superó las 31.000, con más de 600.000 infecciones confirmadas.