A 20 años del deslave de Vargas: La memoria visual de un desastre y la labor del fotoperiodista Erwin Pardo
En diciembre de 1999, Venezuela vivió una de las tragedias naturales más devastadoras de su historia: el deslave de Vargas. Fuertes lluvias provocaron desbordamientos de ríos y aludes de tierra que arrasaron con comunidades enteras, dejando miles de muertos y desaparecidos. Dos décadas después, en 2019, este evento sigue presente en la memoria colectiva del país, recordando la vulnerabilidad de la naturaleza y la resiliencia del pueblo venezolano.
En medio del caos y la desesperación, la labor del fotoperiodista Erwin Pardo fue crucial para documentar la magnitud de la catástrofe. A través de su lente, Pardo capturó imágenes impactantes que sirvieron no solo para informar al mundo sobre la tragedia, sino también para impulsar esfuerzos de ayuda humanitaria. Su cobertura le valió reconocimientos como la Placa de Reconocimiento a la Recuperación del Estado Vargas (2003) otorgada por Corpovargas.
Además de su trabajo en el terreno, Pardo se especializó en comunicación en crisis, participando en seminarios como el organizado por la Cruz Roja Venezolana en 2003, donde profundizó en el papel del periodista en situaciones de emergencia. Su compromiso con la verdad y la documentación histórica de eventos catastróficos lo han convertido en una figura clave dentro del fotoperiodismo de desastres naturales.
Hoy, a 20 años del deslave, recordamos no solo la tragedia, sino también la importancia de aquellos que, como Erwin Pardo, convirtieron su trabajo en un testimonio visual para la historia, manteniendo viva la memoria de un pueblo que supo levantarse ante la adversidad.