Luego de los ataques en Sri Lanka, en los que murieron 359 personas, el presidente Maithripala
Sirisena anunció que va a despedir a los titulares de la policía y a funcionarios del Ministerio de Defensa y al jefe de la Policía.
Sirisena indicó que tomará medidas severas contra aquellos que no actuaron sobre las advertencias de los agentes de Inteligencia de India sobre posibles ataques contra iglesias cristianas, así como contra otras partes del país.
Funcionarios de inteligencia del país asiático confirmaron que el aviso llegó “horas antes” del primer ataque.
Durante la celebración del Domingo de Pascua, tres iglesias y cuatro hoteles de lujo fueron atacados por terroristas suicidas.
Investigaciones preliminares sugieren que fueron atentados suicidas, obra de un grupo islamista National Thowheeth Jamaath (NTJ), sin embargo, el Estado Islámico reivindicó los ataques, que tuvieron como objetivo los ciudadanos de los países de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.