En una entrevista el año pasado, el chef y trotamundos Anthony Bourdain, que se suicidó en un hotel de Francia confesó que por mucho tiempo había sido un “alma infeliz”.
La personalidad televisiva que encabezaba el programa “Parts Unknown” de CNN fue hallado ahorcado este viernes en una habitación del hotel Le Chambard hotel en Kaysersberg.
El experto en cocina se encontraba en ese país porque estaba grabando parte del popular “show” de la cadena.
Su amigo Eric Ripert, dueño del afamado restaurante neoyorquino Le Bernardin, fue quien lo encontró muerto.
El mundo se paralizó con la noticia, sobre todo porque Bourdain siempre proyectó ante las cámaras una imagen de figura exitosa, satisfecha y apreciada.
Pero más allá de esa imagen, al ícono culinario lo perseguían las sombras, a juzgar por las declaraciones que dio a The Guardian en enero del año pasado.
En el intercambio, el premiado chef habló sobre su adicción a las drogas, específicamente, la heroína.
“Yo era un alma infeliz, con un gran problema de heroína y crack. Yo herí, decepcioné y ofendí a mucha, mucha, mucha gente, y me arrepiento mucho. Es una vergüenza con la que he tenido que vivir”.
Bourdain reconoció que tenía problemas de actitud, pero finalmente “puse a un lado mi rabia psicótica, luego de ser por muchos años horrible con los cocineros, abusivo de meseros y acosador de lavaplatos”.
En ese momento, dijo que estaba “en mucho mejor forma de la que probablemente he estado”. Y añadió: “Yo viajo 250 días al año. Estoy limpio, mi exceso de alcohol se ha ido y hago Brazilian jiu-jitsu a diario”, puntualizó.
Argumentó que “aprendió a tomar la comida de manera menos seria y tratar todo lo posible para experimentarla de forma emocional en lugar de profesional o crítica”.
Tambien reveló que con sus viajes aprendió el significado de la humildad.
“Yo he pasado tanto tiempo en el mundo desarrollado. Me topé con la guerra en Beirut, estuve en Liberia, el Congo, Iraq y Libia, y me di cuenta cómo las cosas se pueden poner malas r á pidamente, cu á n arbitrarias son la buena fortuna, la crueldad y la muerte”. “Supongo que aprendí lo que era la humildad o algo”, agregó.
Sobre la muerte, Bourdain compartió una cita de Warren Zevon el fallecido cantautor estaounidense víctima de cáncer del pulmón: “El gran Warren Zevon fue cuestionado, antes de morir, si tenía algunas palabras de sabiduría que compartir, y el dijo, ‘Disfruta cada sándwich’. Yo, definitivamente, he disfrutados mis sándwiches considerando lo bajo que he caído y que tan probable era una salida diferente y trágica”.
“Yo soy un hombre afortunado. Yo disfruto mi comida y presentar ‘Parts Unknown’. Tengo el mejor trabajo del mundo”, argumentó en ese momento.
A Bourdain le sobreviven su hija y su novia, la actriz italiana Asia Argento.