Fuente: http://efectococuyo.com / Ibis Leon
La Asamblea Nacional aprobó con 105 votos a favor -de la bancada opositora- y dos en contra -de la oficialista- la continuidad del juicio contra el presidente Nicolás Maduro por hechos de corrupción asociados a la constructora brasileña Odebrecht, en respuesta a la solicitud consignada por los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en el exilio.
El acuerdo que fue votado por los diputados este martes 17 de abril establece:
1.- Declarar que existen méritos suficientes para continuar el proceso judicial por corrupción que se le sigue al Presidente por parte de la Fiscal Luisa Ortega Díaz y los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) designados por esta Asamblea Nacional.
2.- Continuar con las investigaciones que se adelantan en la Asamblea Nacional, de acuerdo con el artículo 187 de la Constitución, por los hechos de corrupción que se pudieran desprender del ciudadano Nicolás Maduro Moros.
La votación se realizó nominalmente; es decir, cada diputado aprobó con un sí a petición del diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) Juan Marín, quien apareció junto a la diputada Ilenia Medina de Patria Para Todos (PPT), tras ausentarse durante todo el año legislativo.
La directiva de la AN decidió aprobar el juicio con la mayoría simple; es decir, 84 votos, basándose en el artículo 89 del Reglamento de Interior y Debates del Parlamento.
El jefe de la bancada de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Juan Guaidó, leyó el punto de cuenta en el que el presidente Nicolás Maduro aprobó 30 mil millones de dólares para la ejecución de obras a cargo de Odebrecht paralizadas o inconclusas.
“¿Se van a poner del lado de la corrupción, de los que robaron a la nación?”, increpó a los dos diputados chavistas que aparecieron en la cámara mientras la bancada opositora coreaba: “¡Aquí están, esos son, los que roban la nación!”.
Los medios de comunicación no pudieron ingresar al Palacio Legislativo por orden del coronel de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) Bladimir Lugo. El uniformado hizo esperar a los periodistas por más de una hora en la esquina de San Francisco para decidir finalmente que no tendrían acceso.