Los independientes le dan la espalda a gobernador de Florida
Dos encuestas muestran el difícil ambiente político que vive la Florida, después de la masacre en una secundaria de Broward. Y cómo se están modelando las candidaturas al senado federal y a la gobernación del Estado del Sol
MIAMI.- En una última encuesta sobre la competencia por un escaño en el senado federal por la Florida, el demócrata Bill Nelson aventaja por cuatro puntos porcentuales a su eventual contendor republicano, el gobernador del Estado del Sol, Rick Scott.
El sondeo fue realizado por la Universidad Quinnipiac. Entre los independientes, Nelson le lleva una ventaja de 13 puntos a Scott, quien aún no ha anunciado de manera oficial su disposición a desbancar a Nelson de su silla en Washington.
Desde el punto de vista estrictamente partidista, Nelson tiene a su favor el 87% de sus copartidarios y Scott, el 86%.
Entre las mujeres el senador demócrata que busca la reelección aventaja ampliamente al republicano: 53-35. Y entre los hombres, Scott supera casi por 10 puntos a Nelson (49-38).
En términos raciales también es grande la diferencia entre los dos candidatos: los blancos no hispanos darían su voto por Scott (49-40), los afroamericanos (74-15) al igual que los hispanos (46-37) irían a las urnas a favor de Nelson.
Pero no todas son malas noticias para el gobernador. De acuerdo con la encuesta de Quinnipiac es la primera vez que, en sus siete años de gobierno, Scott logra los porcentajes más altos de favorabilidad (49-40).
De acuerdo con el director de la encuesta, Peter A. Brown, “la competencia está muy cerrada, pero la ventaja de dos digitos de Nelson con los independientes, lo pone en una major forma a ocho meses de la elección”.
Armas y Trump
En el Estado del Sol, donde ganó Trump, lo rechaza el 54% según el sondeo.
Y en el apoyo o rechazo, se repiten las diferencias de género y raciales que hay entre Scott y Nelson.
Los hombres aprueban las gestión del presidente (51-45); las mujeres la rechazan (61-35). Los blancos no hispanos lo apoyan (52-44). Entre afroamericanos e hispanos, el negativo de Trump es importante: 87-13 y 63-30, respectivamente.
Tal vez eso explique de alguna manera que el gobernador de Florida, que llegó a Tallahassee montado en los hombros del ala más radical del Partido Republicano –el Tea Party- ahora esté dando un viraje hacia el centro en materia de control de armas e incluso medio ambiente.
En lo primero, sus propuestas no sólo han entrado en abierta contradicción con el NRA (la Asociación Nacional del Rifle), quien siempre le ha puesto la máxima nota de apoyo a sus políticas (A+), sino con sus propios copartidarios en el Senado y Cámara estatal, quienes apoyan armar a los profesores en los colegios públicos del estado.
En lo segundo – el medio ambiente- Scott rechazó la posibilidad de que se permita la exploración de gas y petróleo en toda la costa floridana.
Sin embargo, fue notable la ausencia del gobernador en la reunión comunitaria organizada por CNN, a la que asistieron estudiantes y padres de la escuela secundaria Marjorie Stoneman Douglas (escenario de una masacre, a manos de un joven de 19 años, que cobró la vida de 14 estudiantes y tres maestros), y los senadores Bill Nelson y Marco Rubio, entre otros.
La temperatura política ha subido con el tema de las armas. En dos encuestas, una de Quinnipiac que trata este tema específico y otra de la Florida Atlantic University, (FAU) muestra que hay una gran sensibilidad del electorado después del ataque armado en la secundaria de Broward.
El sondeo de Quinnipiac mostró que el 65% de los votantes apoya “leyes duras contra las armas”. Y un 96% favorece la revisión de antecedentes para todos los compradores de armas.
La encuesta de la FAU reveló que siete de cada diez floridanos están a favor de normas más estrictas para controlar la venta y posesión de armas.
Y el 62% de los residentes del Estado del Sol está de acuerdo con una prohibición, en todo el país, de los rifles de asalto, de acuerdo con Quinnipiac.
Caída libre
Por otra parte, a Rubio no le va nada bien en el mencionado sondeo de Quinnipiac sobre candidaturas. El excandidato presidencial republicano, cubanoamericano, tiene un índice de desaprobación de su gestión del 53%.
Entre los republicanos no le va del todo bien: 65% aprueba su gestión. Pero su negativo es del 63% entre los afroamericanos y de 66% entre los hispanos.
Por el lado de la lucha por la gobernación, la encuesta muestra un panorama difícil para la totalidad de los precandidatos: son muy poco conocidos dentro del electorado de la Florida.
Sucede lo mismo tanto para demócratas como para republicanos.
Gwen Graham, quien fuera representante federal, y ahora es precandidata demócrata a la gobernación, no la conoce el 84% del electorado. El 81% tampoco sabe quién es Philip Levine, también precandidato demócrata y exalcalde de Miami Beach. Andrew Gillum –alcalde de Tallahassee y precandidato demócrata- es un completo desconocido para el 89% del electorado Floridano. Y ni hablar del otro precandidato de ese partido, Chris King: el 93% no ha oído hablar de él.
Por el lado republicano el panorama es muy parecido. Al comisionado de agricultura de Florida Adam Putnam no lo conoce el 75% del electorado. El 83% no sabe quién es el representante federal Ron DeSantis. Y el 86% no identifica quién es el hoy presidente de la Cámara estatal, Richard Corcoran, quien aún no ha formalizado su candidatura a la gobernación.