¿ESTAMOS AGUEVULEADOS? Por: Prof. Marlon S Jiménez García
¿ESTAMOS AGUEVULEADOS?
Por: Prof. Marlon S Jiménez García
Profesor Universitario.
Ese término, es impropio en sí mismo, no es reconocido por la Real Academia Española y tampoco en el ámbito continental de lengua hispana, pero en nuestra geografía nacional, sobre todo en nuestro Estado, es muy utilizado en la jerga popular de manera normal sin ningún tipo de restricciones de clases sociales.
Estar “aguevuleado” o “aguevoneado” no es fácil definirlo, pero rodos sabemos por referencia situacional su propósito conceptual y eso está relacionado con permanecer: sumiso, pasivo, bobo, sin ningún tipo de reacción ante lo que está aconteciendo a su alrededor, conformista a ultranza del martirio que sufre. Vivimos momentos dramáticos de supervivencia: no hay comida; no hay medicinas; no hay ningún tipo de asistencia hospitalaria y las enfermedades erradicadas hace más de 60 años están apareciendo en vectores geométricos; la inflación corroe las entrañas de nuestro salario; la ausencia de efectivo para la movilización diaria es dramática y se convierte en caldo de cultivo para el aumento desproporcionado de la especulación; el sueño ha desaparecido de nuestras vidas por los apagones que sufrimos en el transcurrir del día, y el deterioro funcional de nuestros equipos eléctricos es cada vez más inclemente; todo eso acarrea paralización total del país; el objetivo que el régimen persigue es la estampida de nuestros jóvenes en busca de futuro digno y para los que nos quedamos, la muerte ronda nuestra existencia.
Ahora bien, ¿estamos aguevuleados? En apariencia SÍ. El régimen con su política de terror impulsada y sostenida en tiempo y espacio es el actor principal de ello y más con la complicidad de nuestra FAN, que ha coadyuvado con esa peculiar situación, cuando utilizan las armas de la patria para asesinar a mansalva a quienes salen a las calles a luchar por las libertades ciudadanas, por la democracia y su estado de derecho.. Pero esa forma no es propia del venezolano y el mejor indicador es nuestra diacronía histórica republicana y continental.
El venezolano es de temple, valiente, audaz, impulsivo estratégicamente e inteligente; espera al engendro y su régimen en la “bajadita”; no serán los comunistas quienes detendrán ese espíritu activo por la consolidación de un país de futuro y de acentuación de calidad de vida y no de “miseria y muerte que nos ofrecen los delincuentes que hoy rigen los destinos de la patria”.
El Frente Amplio tiene la obligación moral de vencer ese “aguevulamiento social”, brindando en su estrategia anti comunista, políticas integrales de acción ciudadana que sean espacios para la participación de toda la sociedad que rechaza de manera vertical, en más de un 87% a los comunistas; éstas deben relacionarse con el despliegue y llamado a una concientización integral de lucha por nuestros derechos y también por el despliegue sistemático de nuestros deberes patrios por la defensa de nuestra Constitución Nacional.