​En una operación valorada en miles de millones, el gigante del streaming adquiere Batman, Harry Potter, HBO y los estudios de Warner para crear el imperio de entretenimiento más grande de la historia.

​Lo que comenzó como un rumor de pasillo se ha confirmado esta mañana como la transacción comercial más agresiva del siglo XXI: Netflix ha completado oficialmente la adquisición de Warner Bros. Discovery. Con este movimiento, Netflix deja de ser solo una plataforma de distribución para convertirse en el estudio de cine y televisión más poderoso del planeta.

​El fin de la «Guerra del Streaming»

​Con la firma de este acuerdo, Netflix absorbe un catálogo de leyendas. Franquicias que antes eran la competencia directa ahora pasan a su control total. Los suscriptores de Netflix pronto verán en una sola plataforma:

• ​El Universo DC: Batman, Superman, Wonder Woman y el Joker se mudan de casa.
• ​Mundo Mágico: Los derechos cinematográficos y televisivos de Harry Potter y Animales Fantásticos.
• ​HBO y Max: Series icónicas como Game of Thrones, The Last of Us, Succession y The Sopranos.
• ​New Line Cinema: El control de las sagas de El Señor de los Anillos.

​Un rescate de lujo para Warner

​Warner Bros. Discovery, que arrastraba una deuda asfixiante bajo la gestión de David Zaslav, encuentra en el músculo financiero de Netflix el salvavidas que necesitaba. Según analistas de Wall Street, Netflix no solo compra contenido, sino que hereda la infraestructura de producción cinematográfica más antigua de California, incluyendo los legendarios estudios de Burbank.

​¿Qué pasará con los precios?

​La gran duda de los usuarios ahora recae en las tarifas. Expertos sugieren que Netflix lanzará un «Super-Plan» que integre todo el contenido de HBO y Warner, lo que podría elevar el costo de la suscripción pero eliminando la necesidad de pagar otros servicios. Se espera que plataformas como Max (antes HBO Max) desaparezcan para fusionarse completamente en la interfaz de Netflix durante el próximo año.