La visita de Sánchez a China y Vietnam, un ejercicio de pragmatismo comercial en tiempos de guerra arancelaria

NOTI-AMERICA.COM | ESPAÑA
La visita del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a China y Vietnam se produce en un momento en el que los líderes de Occidente reformulan y cuestionan sus alianzas. Estados Unidos, otrora el garante de la seguridad europea, ha decidido pasar factura al continente en tanto en el ámbito militar como económico. Su más reciente maniobra, el anuncio por parte de Donald Trump de una andanada de aranceles recíprocos contra todos sus socios mercantiles.
«Estamos en un marco drásticamente nuevo y Europa tiene que empezar a pensar cómo adaptarse a esa nueva realidad», establece el investigador principal del Real Instituto Elcano y profesor del IE School of Global and Public Affairs, Miguel Otero. Con su visita a China, «la visión del Gobierno de España es que hay que seguir hablando y negociando para evitar una guerra comercial», destaca.
En su intervención para presentar el ‘Plan de respuesta y relanzamiento comercial’ la semana pasada, Sánchez ya adelantó su confianza en el Estado para «intentar que esta crisis sea una oportunidad para buscar nuevos mercados». En ese sentido, la visita no responde a una mera renovación de los lazos diplomáticos: es una adaptación al nuevo escenario de guerra económica.
Tres encuentros con Pekín en dos años, cada uno con su idiosincrasia. El primero se produjo en marzo de 2023, en un momento geopolítico dominado por la guerra en Ucrania y los esfuerzos chinos por presentarse como mediador en el conflicto. El encuentro bilateral estuvo marcado por las reuniones empresariales.
En septiembre de 2024, España volvió a tocar la puerta de China con la presión arancelaria europea a los coches eléctricos chinos sobre la mesa. Madrid se ofreció como puente entre Bruselas y Pekín, e incluso se abstuvo de apoyar los gravámenes europeos al sector automotor chino. Nuevamente, la economía se imponía en la visita.