Breathwork: El ejercicio de respiración para disminuir la ansiedad
NOTI-AMERICA.COM | ESPAÑA
Tu respiración lleva oxígeno al cuerpo para que puedas mantenerte vivo, pero el ritmo de la misma fluctúa en función de cómo nos encontremos. Por ejemplo, cuando estás estresado física o emocionalmente, esta se vuelve más rápida y cuando estás relajado o durmiendo, es mucho más calmada y tranquila.
Prestar atención a la respiración está de moda en estos momentos, pero fijarse en ella no es nuevo; nuestros antepasados llevan miles de años estudiándola y tiene sus raíces en la práctica del yoga, de modo que la idea básica de la respiración es liberar toxinas y estrés cuando exhalas y nutrir tu mente y tu cuerpo cuando inhalas.
Y a la hora de cuidar la respiración y entenderla nace el ‘breathwork’, una herramienta de desarrollo personal a través del poder de la respiración consciente. Tal como indican Marta Plannells y Juan D’Angelo, fundadores de The Breath Act, el ‘breathwork’ te lleva de la mente consciente a la mente subconsciente: «Es un trabajo específicamente creado para regular nuestro sistema nervioso y para liberar emociones atrapadas en nuestro cuerpo, es decir, todo aquello que almacenamos por años y años y nos acaba desequilibrando emocionalmente. Tan solo hay que seguir la técnica y hacer un trabajo de respiración, en el que si respiras algo va a suceder en ti, algo se va a transformar en ti.
Cómo empezar en el breathwork
Mientras que podemos estar días sin comer, sin hacer ejercicio, sin ver el sol… no podemos estar más de varios minutos sin respirar sencillamente porque nos morimos. Lo primero que hace un ser humano al nacer es inhalar y lo último que hace antes de irse es exhalar. En ese lapso de tiempo, -llamado vida- el ser humano se desconecta de su respiración por el ritmo frenético de vida que llevamos y eso nos afecta negativamente en muchos aspectos físicos, mentales y emocionales.
Los expertos indican que para empezar la rutina es tan sencillo como observar el patrón de nuestra respiración en el día a día: si respiramos de una manera superficial o lenta y profunda involucrando el diafragma. «Con tan solo prestar atención a la respiración durante unos minutos al día, y respirar de manera consciente, por la nariz, ya se empiezan a sentir los beneficios. Equilibra nuestro sistema nervioso activando el sistema nervioso parasimpático, que es el sistema que nos prepara para la calma, para la relajación», cuentan.
En la escuela de Marta Plannells y Juan D’Angelo crean un método propio, fusionando ‘breathwork’ con neurociencia aplicada, trabajo somático y el poder modulador del sonido a través de los auriculares inalámbricos, logrando así experiencias de transformación personal muy profundas e inmersivas.
Tal como señalan, esta técnica se practica tumbados. «Con nuestra guía de voz, guiamos a través de una respiración circular, por la boca e involucrando el diafragma. Se trata de un proceso en el que sucede un cambio fisiológico en nuestro cuerpo (mientras estamos respirando) que nos permite apagar la mente analítica (bajar la energía del neocortex) y entrar así en la mente subconsciente (cerebro límbico) para poder liberar todas las emociones que están atascadas en nuestro cuerpo, liberar todo aquello que llevamos reprimiendo por años y poder así experimentar todos los beneficios que conlleva», explican los expertos en ‘breathwork’.
Todo lo bueno que ofrece
Dados sus beneficios, no es de extrañar que la lista de personas que quieren sentirse bien se engrose por momentos:
– Sanación de heridas emocionales y traumas sin resolver
– Empoderamiento,
– Focus mental
– Creatividad
– Regula el sistema nervioso
– Liberación de toxinas
– Reducción del estrés
– Liberación emocional
– Mayor conexión interior
– Mejora física, emocional y espiritual
– Mayor equilibrio emocional
«La respiración tiene el poder de impactar en nuestro cerebro. No es algo que decimos nosotros, si no que está demostrado por la ciencia. Es una herramienta esencial, innata del ser humano, para llegar a un estado parasimpaticotónico, es decir, un estado de relajación, y así reducir los niveles de estrés», exponen Plannells y D’Angelo.
Cuándo empezar
Integrar este hábito en el día a día es el mejor consejo de vida que dan los expertos porque ahí es cuando realmente se va a notar un cambio. «Van a poder equilibrar su sistema nervioso, reducir mucho los niveles de estrés y llevar de nuevo al cuerpo a una homeostasis», aclaran. También, cuando uno integra la respiración en el día a día, le permite permanecer en su centro, y que el caos de la vida no le desestabilice por completo.
El mayor problema que hay en la sociedad a día de hoy es que, por el caos o ritmo de la vida, la mayor parte de las personas se han desconectado del sentir y viven prácticamente todo el tiempo en la mente, en modo piloto automático. Esto les lleva a vivir en un modo de estrés constante, con el sistema nervioso descompensado, lo que les lleva a encontrarse mal físicamente (no tener energía, somatización de enfermedades), emocionalmente (estrés, ansiedad, depresión, insomnio, etc.) y mentalmente (no estar enfocados, frustrados, etc.).
A través de la respiración consciente logramos autorregularnos y encontrar de nuevo nuestro equilibrio.
Marta Plannells y Juan D’Angelo comparten una sencilla técnica para empezar, con tan solo 5 minutos diarios, muy conocida y avalada por la ciencia, que se llama Respiración de coherencia cardiaca. «Esta técnica busca coordinar la respiración con la frecuencia cardiaca con el objetivo de disminuir el estrés y la ansiedad», recalcan. Consiste en respirar de manera lenta y profunda, por la nariz:
Inhalando en 5 segundos , de manera lenta y profunda
Intervalo de apnea de 2 segundos
Exhalar en 5 segundos, de manera lenta y profunda
Intervalo de apnea de 2 segundos
Repetir durante 5-10 minutos, de forma circular y conectada
Los beneficios que puedes observar son:
– Reducción del estrés y la ansiedad
– Mayor capacidad de resiliencia.
– Mejora del equilibrio del sistema nervioso autónomo
– Mejora de la función cardiovascular
– Mejora del sueño
– Mejora de la memoria y el rendimiento cognitivo.