Europa se rinde ante la tecnología disruptiva del multimillonario Elon Musk
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Europa se rinde ante la tecnología disruptiva del multimillonario Elon Musk
Las demoras y fallos que arrastran los cohetes europeos fuerzan a la UE y la ESA a confiar sus satélites al Falcón 9 de su competidor
PHOTO/NRO Twitter – La UE y la ESA han depositado su confianza, muy a su pesar, en Elon Musk y su cohete recuperable Falcon 9 para poner en órbita sus satélites a lo largo de 2024
Elon Musk, el propietario de X, antes Twitter, y el emprendedor que lidera los sistemas de transporte espacial a escala mundial, acaba de sufrir un serio revés en sus ambiciosos planes de llevar astronautas a la Luna y Marte. Su mega cohete Starship de 120 metros de altura ‒equivalente a un edificio de 45 plantas‒, se ha autodestruido el 18 de noviembre en pleno segundo vuelo de prueba, cuando se encontraba a 148 kilómetros de altura.
Pero tal importante contratiempo no tiene ninguna repercusión en el hecho de que el multimillonario norteamericano y su lanzador Falcón 9 son los grandes beneficiados por la severa crisis que ha dejado sin uno solo de sus tres cohetes a la Agencia Espacial Europea (ESA).
Tanto la ESA como también la Unión Europea, desde el 10 de octubre no disponen de ningún vector para colocar sus satélites en órbita. Reacios a contratar vehículos espaciales de China o India, e imposibilitados de hacerlo con lanzadores de Rusia, las dos organizaciones europeas no han tenido más remedio que recurrir al rico hombre de negocios, a su empresa SpaceX y a su cohete Falcón 9.
PHOTO/Elon Musk X – El fracaso parcial de la segunda misión completa del lanzador superpesado Starship de Elon Musk no empaña la confianza que la ESA y la UE han depositado en el Falcón 9, cuya tasa de éxitos es del 99,3%
La falta de capacidad soberana europea para acceder al espacio se prolongará hasta mediados o finales de 2024. Tiene tal repercusión que, con la palabra “crisis”, la han calificado los ministros europeos reunidos en Sevilla los días 6 y 7 de noviembre. También el director general de la ESA, el austriaco Josef Ashbacher, y el comisario europeo de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, bajo cuya esfera de control se encuentra la política espacial de Bruselas.
Consecuencia inmediata: siete satélites europeos se han visto forzados a cambiar de manos para poder ser posicionados en órbita. Cuatro ingenios de la Unión Europea y tres de la ESA han tenido que dejar en suspenso sus contratos con los cohetes europeos Ariane 6, Vega y Vega-C que comercializa la compañía francesa Arianespace y doblegarse ante el fiable y reutilizable Falcón 9 de Elon Musk.
PHOTO/Pool PEUE-Miguel Toña – En la cumbre de Sevilla de ministros de Espacio, el director de la ESA, Josef Aschbacher (derecha) y el comisario Thierry Breton (izquierda) han confirmado que Europa atraviesa una crisis de lanzadores
El más fiable y envidiado del mundo
Con una tasa de éxitos del 99,3%, el Falcón 9 es la envidia de las agencias espaciales de China, Rusia, India e incluso de la propia NASA norteamericana y, por supuesto, de la ESA y la UE. De 70 metros de altura, dos etapas de propulsión y una capacidad de carga máxima de 22,8 toneladas, ya ha volado en más de 280 ocasiones desde su vuelo inaugural en junio de 2010 y su etapa de propulsión se ha recuperado más de 230 veces.
Con un coste oficial por lanzamiento del orden de los 67 millones de dólares, la ventaja añadida que ofrece el Falcón 9 de Elon Musk es que puede levantar el vuelo desde tres emplazamientos distintos. SpaceX posee instalaciones y concesiones para despegar en la zona militar y en el área civil de Cabo Cañaveral (Florida), en la costa del Atlántico. Su tercera plataforma está en la base de Vandenberg, junto al océano Pacífico.
Principal medio de transporte de Estados Unidos para colocar en órbita satélites militares, comerciales, científicos e incluso ingenios espía, enviar astronaves de reabastecimiento a la Estación Espacial Internacional y también llevar astronautas y traerlos de regreso, el Falcón 9 consiguió despegar 60 veces en 2022 sin ningún contratiempo. Con fecha 19 de noviembre ya supera los 80 lanzamientos con éxito en 2023 y la meta es alcanzar a final de año el centenar, lo que va camino de conseguir.
PHOTO/NASA – Elon Musk se ha fijado la meta de que el Falcón 9 efectúe un centenar de misiones en 2023, algo jamás conseguido ni siquiera por el ruso Soyuz
Una de las misiones europeas que ha sido objeto de trasvase es HERA, perteneciente al programa de seguridad espacial de la ESA. La sonda espacial debe encontrarse con los asteroides Didymos y Dimorphos en diciembre de 2026, para verificar en qué medida el impacto de la sonda DART de la NASA ‒ocurrido el 26 de septiembre de 2022‒ ha logrado desviarlos de su trayectoria. HERA debe despegar en octubre de 2024, por lo que la ESA no puede arriesgarse a esperar al Ariane 6, que no se sabe cuándo estará en operatividad.
Otro programa que ya sufre cerca de año y medio de retraso y no puede demorarse más es EarthCARE, un proyecto conjunto con la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA). Su finalidad es mejorar la comprensión que la comunidad científica tiene sobre el papel que desempeñan las nubes y los aerosoles en el diagnóstico de la salud de la Tierra.
PHOTO/ESA – La ESA ha tenido que asumir que sus misiones HERA (en imagen) y EartCARE viajen al espacio en un Falcón 9, ante las reiteradas demoras del Ariane 6 y continuos fallos en Vega y Vega-C
Falcón 9, sostén de la autonomía estratégica europea
La ESA suscribió el 28 de octubre de 2019 un contrato con Arianespace para que un cohete ruso Soyuz disparado desde la base europea de la Guayana francesa situara a EarthCARE a 393 kilómetros de altura. Desde allí debe medir la radiación solar que incide sobre el planeta, la radiación infrarroja que atrapa y la que refleja de nuevo al espacio.
Sin embargo, como la guerra de Ucrania ha provocado la suspensión de los vuelos Soyuz desde Guayana, la ESA decidió que su satélite científico de 2,3 toneladas viajara en el también europeo Vega-C. Pero sus fallos, deficiencias y limitaciones han llevado a la agencia a inclinarse también por el Falcón 9, que en mayo de 2024 debe llevar a EarthCARE al encuentro del asteroide.
PHOTO/US Space Force – El Falcón 9 no solo ha obtenido la confianza de la NASA y de muchos operadores de satélites de comunicaciones sino también de la Fuerza Espacial para colocar en órbita satélites militares y espía
Por parte de Bruselas, la mayor “vergüenza” que dice sentir el comisario europeo Breton es tener que contratar el Falcón 9 ‒el rival directo del Ariane 6‒, para posicionar en abril de 2024 dos satélites Galileo, seguidos de otros dos en julio. Los cuatro deben renovar a otros tantos de los 23 que hoy prestan servicio en la constelación europea Galileo de navegación, posicionamiento y sincronía, el principal competidor a escala global del sistema GPS norteamericano.
Y otro contrato está a las puertas. La ESA todavía no ha desvelado si ya ha contratado o no el Falcón 9 para el satélite radar Sentinel-1C de su constelación Copernicus de observación de la Tierra. La agencia firmó en abril de 2022 el acuerdo para que fuera el Vega-C el que lo situara a 693 kilómetros de altura en el primer semestre del año en curso, lo que no ha ocurrido. El lanzamiento se ha reprogramado para 2024 y lo previsible es que sea también con el Falcón 9.
PHOTO/ESA-P. Carril – La Unión Europea se ha visto empujada a contratar dos Falcón 9 de Elon Musk para que posicione en órbita por parejas cuatro satélites Galileo, la competencia europea del GPS
A los satélites europeos que se han recolocado a bordo del Falcón 9 hay que añadir el telescopio europeo Euclid, construido para desentrañar los secretos del universo oscuro. De 2 toneladas, estaba planeado que volar desde la Guayana francesa con el vector ruso Soyuz. Pero las sanciones por la guerra de Ucrania entre una y otra parte lo impidieron y Euclid partió el 1 de julio pasado desde Cabo Cañaveral a bordo de otro Falcón 9, que se ha convertido en el “valedor de la autonomía estratégica europea”, sonríen desde Estados Unidos.