Las prioridades de la Fuerza Aérea española: aviones antisubmarinos y de vigilancia marítima
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Las prioridades de la Fuerza Aérea española: aviones antisubmarinos y de vigilancia marítima
España se ha quedado sin caza sumergibles y está falta de aeronaves de salvamento y rescate de largo radio de acción
PHOTO/Airbus DS – Los nuevos Airbus C295 antisubmarinos para la Fuerza Aérea dispondrán de capacidades para lanzar torpedos y disparar misiles para dar caza y destruir submarinos
Juan Pons
El gobierno de coalición del presidente Pedro Sánchez ha dejado pasar la celebración de los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo para comenzar a dar luz verde a nuevas adquisiciones de sistemas de armas que desde hace muchos meses, incluso años, tiene sobre la mesa.
En el plano político, las diversas fuerzas que conforman el Ejecutivo tienen toda su atención puesta en paliar lo que ellos mismos han calificado como “derrota sin paliativos” y en intentar mantener, al menos durante unos meses, la frágil estabilidad de un gabinete de ministros que se descompone a marchas forzadas.
Pero en la vertiente industrial de la defensa, un grupo de directivos, ingenieros y técnicos de Airbus en España están dedicados a ultimar los preparativos para acondicionar las líneas de producción de varias aeronaves con destino a las Fuerzas Armadas españolas para que, cuando se suscriba la compra, su fabricación sea lo más rápida posible.
Son los contratos que el presidente Pedro Sánchez tiene apalabrados desde febrero de 2022 con el director ejecutivo de la corporación multinacional europea, el francés Guillaume Faury, pero que todavía no están rubricados.
La multinacional industrial europea cuya rama en España preside Alberto Gutiérrez y pilota su vicepresidente ejecutivo, Francisco Javier Sánchez Segura, está a la espera de que el Consejos de Ministros, en uno o varias de sus sesiones, se decida de manera inminente por recuperar y mejorar las capacidades perdidas por el Ejército del Aire y del Espacio.
PHOTO/EAE – Los seis C295 de Airbus en configuración antisubmarina relevarán a las tres P-3 Orión, el último de los cuales fue retirado de servicio en diciembre de 2022. En cola, el detector de anomalías magnéticas para detectar submarinos
También de salvamento y rescate
La primera prioridad de la Fuerza Aérea bajo el mando del general Javier Salto es restaurar las misiones de lucha antisubmarina de las que carece. El último de los tres aviones Lockheed P-3 Orión que estaban dedicados a cazar sumergibles fue retirado de servicio en diciembre de 2022 y no hay nada ni nadie que los sustituya.
Para paliar y mejorar tal perentoria necesidad, el Estado Mayor del Aire hace años que determinó que necesitaba seis aviones C295 de Airbus. Por supuesto, también definió los equipamientos que deben llevar a bordo para cumplir, mejorar y ampliar las tareas que ejecutaban los ya desaparecidos P-3 Orión, que estaban estacionados en la base aérea de Morón, a unos 50 kilómetros de Sevilla.
PHOTO/JPons – El vicepresidente ejecutivo de Airbus en España, Francisco Javier Sánchez Segura, cuarto por la izquierda. Sobre sus espaldas recae la responsabilidad de la gestión nacional de la corporación industrial europea
Los C295 de Airbus en configuración denominada MPA/ASW son de menores dimensiones que los P-3, pero dispondrán de sistemas de ultima generación para la detección y localización de submarinos en inmersión. Contarán bajo las alas con anclajes para disparar misiles y lanzar torpedos, minas y cargas de profundidad.
Con autonomía de vuelo superior a las 11 horas, propulsado por dos turbomotores Pratt & Whitney PW127G, comunicaciones satelitales y contramedidas electrónicas, para la localización de submarinos estarán dotados con sonoboyas, detector de anomalías magnéticas, radar de superficie y avanzados sensores electroópticos y acústicos. Todo ello, al igual que el armamento, lo gestiona una versión renovada del llamado FITS o Sistema Táctico Totalmente Integrado. Pero cuando se suscriba la compra, pasarán varios años hasta que el primero C295 ASW sea operativo.
PHOTO/EAE – Los C295 ASW estarán dotados con sensores electroópticos y acústicos de última generación, tecnologías muy superiores a las que embarcaban los veteranos P-3 Orión de la imagen
El Ejército del Aire también está necesitado de otros diez C295 pero en configuración que les faculte para ejecutar misiones de salvamento y rescate de náufragos, más conocidas como SAR. Con ellos ya en servicio, la Fuerza Aérea estará en condiciones de dar de baja de forma progresiva a los ocho veteranos CASA Nurtario CN235 VIGMA ‒acrónimo de VIGilancia Marítima‒, cuya línea de fabricación en la factoría de San Pablo de Sevilla ya está desmantelada.
Más Eurofighter abren la puerta al F-35
Pero hay más. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha anunciado a principios de mayo que su departamento va a contratar otros tres cuatrimotores de transporte A400M. Cuando se formalice la compra, se sumarán a las 14 unidades que ya obran en poder de la Fuerza Aérea española, el último recibido el 25 de abril en el Ala 31 de la base aérea de Zaragoza.
PHOTO/EAE – El ministerio de Defensa adquirió en junio de 2022 una nueva veintena de Eurofighter. La solución de compromiso para el problema de los diez A400M que descarta España podría ser adquirir más Eurofighter
Cuando el programa A400M se suscribió en 2001 entre Alemania, España, Francia y Reino Unido, el gobierno de Madrid se comprometió a adquirir 27 unidades por cerca de 5.700 millones de euros. Sin embargo, finalmente decidió reducir su número de 27 a 14 ejemplares, con la intención de exportar los 13 sobrantes.
Por el momento no se ha concretado la venta a terceros de los 10 pendientes de recepcionar. No obstante, cabe la posibilidad de que la dirección de Airbus y el gobierno español se inclinen por una solución de compromiso ¿Cuál sería?
PHOTO/Lockheed Martin – La estrategia nacional que sigue España y otros muchos países en el dominio aéreo es contar con al menos dos países distintos para su aprovisionamiento militar: Eurofighter europeos y F-35 norteamericanos, en imagen
Se trataría de adquirir un lote de 25 nuevos cazas Eurofighter, que se añadirían a los 20 contratados en junio de 2022 por 2.043 millones de euros como parte del programa Halcón, para sustituir a los F-18 del Ala 46 de la base aérea de Gando, en las Palmas de Gran Canaria, que ya están al final de su vida operativa. En cambio, el hipotético nuevo paquete de 25 Eurofighter serviría para reemplazar en 2028/2029 a los F-18 desplegados en la península.
De completarse la iniciativa hacia finales de la presente década, la Fuerza Aérea española habría reemplazado su flota de aviones de combate norteamericanos F-18 con Eurofighter europeos. Dentro de la estrategia nacional de contar con dos países de aprovisionamiento militar en el dominio aéreo, tal decisión dejaría la puerta abierta para adquirir al aliado norteamericano en el horizonte de 2030 un lote del Lockheed Martin F-35A Lightning II para la Fuerza Aérea, y otra cantidad menor del F-35C de despegue vertical para la Armada.