La Feria Internacional de Turismo (FITUR 2023) ofreció interesantes oportunidades a los periodistas para entrevistar a personalidades claves de la actualidad, como pueden ser diplomáticos o ministros de todas las partes del mundo. En este contexto, Carmen Chamorro, secretaria del Club Internacional de Prensa, entrevistó al exministro de Desarrollo y Comercio en Ucrania y asesor actual del Gobierno ucraniano, Pavlo Kukhta. Junto a ella se encontraban Mónica Uriel y Belén Rodrigo, corresponsales de prensa extranjera.
Teniendo en cuenta el conflicto ruso-ucraniano, este último país está en vísperas de ejecutar una especie de Plan Marshall destinado a su reconstrucción. A propósito de esto, el asesor del Gobierno contestó que habría que ponerlo en marcha lo antes posible, atendiendo a los tiempos cambiantes y veloces que vendrán tras el final de la guerra. Por eso, Carmen Chamorro le preguntó si es prudente hablar de «una reconstrucción inmediata» del país, ya que podría resultar, algo precipitado afirmar algo de semejante magnitud. Pavlo Kukhta contestó que, aunque no se sabe cuándo, «es algo que va a llegar y que el país ya está trabajando en ello». Por eso es importante ir estableciendo lazos y contactos para comenzar cuanto antes el proceso de manera ordenada. Sin embargo, afirma también que «el Plan Marshall se puso en marcha hace 70 años», por lo que «las condiciones económicas y sociales han cambiado, así como la manera de acercarse a los conflictos». Aunque el concepto es similar, es muy probable que el plan de reconstrucción ucraniano tenga una magnitud mayor, «ya que estamos en un siglo diferente».
Kukhta se aventura a relacionar el turismo ucraniano con su economía y el plan de recuperación, asegurando que este tiene «un carácter dual». El turismo es una parte muy importante de la economía de un país, por lo que «naturalmente, se considera dentro de cualquier plan de reconstrucción». El turismo tiene un efecto tanto en el plan de reconstrucción como en el desarrollo del sector privado. Además, el turismo a Ucrania cumple un rol que no es estrictamente económico, sino que tiene más que ver con su recorrido cultural, la percepción de la guerra y la actuación de las democracias europeas en el país. Los visitantes podrán «ver por qué se derrama sangre» y «reforzarán sus creencias democráticas».
Este plan de reconstrucción, según Kukhta, debería ser asumido casi en su totalidad por el sector privado. El trabajo de la esfera pública debería ser el de proveer a las empresas con la infraestructura y recursos necesarios, así como los mecanismos legales necesarios para llevar a cabo su actividad, pero poco más. «Es el sector privado el que tiene que dirigir esta iniciativa, porque es el único que realmente puede realizar la reconstrucción de manera rápida y eficiente».
El esfuerzo por llevar a cabo este plan de reconstrucción no está liderado por un país en concreto, sino que es un «esfuerzo colectivo» el que llevará a su correcta ejecución. Cada uno de los países europeos irá tomando liderazgo en diferentes sectores para resultar en una acción conjunta armoniosa. Kukhta aprovechó para agradecer a España por volcarse de lleno en la situación en Ucrania, ya que «ve mucho interés por parte de España, ya sea con ayuda humanitaria y criminal». Cree que las empresas españolas podrían tener un rol muy importante en este plan de reconstrucción, pues ya ven lazos culturales y de ayuda entre las naciones.
Dentro del marco de Fitur, y en la delegación que Kukhta compone junto con la ministra de Turismo de Ucrania, se han tenido contactos oficiales con el Parlamento Europeo y con la Comunidad de Madrid, empezando así las relaciones estatales y supranacionales entre Europa, Ucrania y España. El potencial que ve en las empresas españolas para participar en la reconstrucción se enmarca dentro del contexto del turismo, «sector en el que los españoles tienen mucha experiencia».
En cuanto al presupuesto, desde la Unión Europea se habla de un presupuesto de 25.000 millones de euros para llevar a cabo este plan. Kukhta afirma que «la magnitud de las pérdidas es enorme», y que el número destinado a la reconstrucción no se puede especificar al 100%. Ucrania ha perdido un tercio de su PIB en la guerra hasta ahora, por lo que su prioridad es ver cómo recuperarse. Ahora bien, está claro que «los que deberían pagar eso no son los contribuyentes europeos ni los estadounidenses», sino que «debería estar fundada con fondos ruso a modo de reparaciones por los crímenes de guerra que ha cometido y la actividad ilegal acontecida». Más de 300 billones de euros han sido confiscados por la UE, las autoridades americanas y otros gobiernos a Rusia, por lo que desde Ucrania aseguran que «este es el dinero que debe usarse para asegurar esta reconstrucción».
Kukhta finaliza la entrevista alegando que existen diversas opiniones acerca de cómo estructurar la reconstrucción y de cómo usar este dinero. Según él, estos fondos deberían canalizarse hacia servicios del sector privado a través de un sistema de cooperación entre esfera pública y privada, pero donde últimamente el dinero irá a inversores privados con el objetivo de ayudar a la situación en Ucrania.