La Reunión de Alto Nivel (RAN) que se celebrará los días 1 y 2 de febrero en Rabat es un paso decisivo para las relaciones diplomáticas de ambos países. A esta cita acudirá el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, junto a una docena de ministros para tratar políticas conjuntas con sus homólogos. Nourdine Mouati, experto en cooperación hispano-marroquí y analista internacional, analiza la importancia de la que ya considera cumbre.
¿Por qué es tan importante esta Reunión de Alto Nivel (RAN)?
Como bien decía el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, hace ya una década que no se celebra esta Reunión de Alto Nivel entre ambos gobiernos y con una representación tan importante de ministros y autoridades de ambos países. Es una reunión que tiene casi una categoría de cumbre en la que el presidente del Gobierno español será recibido por el jefe de Estado marroquí y por Su Majestad el rey Mohamed VI. Ahí se van a decidir asuntos muy importantes que han estado “hibernando” durante todo este periodo.
Además, la crisis que surgió por el incidente de la acogida en España del representante del grupo terrorista del Polisario ha generado una situación en vilo, especialmente para las personas que trabajamos en este ámbito hispano-marroquí. La fecha fijada por el ministro para esta reunión trascendental esperamos que marque un antes y un después en las relaciones seculares, porque tenemos relaciones históricas entre ambos países. Y esperamos que tengan resultados concretos.
Sabemos que la delegación va a ser importante porque acudirán diez ministros españoles, algunos de ellos conocen muy bien Marruecos y van a tratar temas muy relevantes para ambos países y economías. Cito el ejemplo de la vicepresidenta Teresa Ribera, que en materia de cambio climático, que conoce muy bien Marruecos y sabe que hay una oportunidad muy importante que es la de producción de hidrógeno verde y el desarrollo de las energías renovables. Ahí, las empresas españolas tienen muchas oportunidades en Marruecos.
Cito también a Luis Planas, que fue embajador de España en Marruecos y actualmente ministro de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y que conoce muy bien las relaciones entre los dos países. Nosotros siempre hemos insistido en que en el sector agrícola y pesquero entre los dos países es complementario; formamos parte de la misma cadena de valor y podemos ser muy competitivos si sabemos colaborar en estos dos sectores.
También, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, mantiene una estrecha comunicación con su homólogo y amigo Abdelouafi Laftit, con quien está trabajando sobre temas muy importantes como es el control de los flujos migratorios o la lucha contra el terrorismo. Hace poco saltaba la noticia de la operación conjunta. Son temas muy relevantes.
No me gusta pronunciarlo, pero estamos obligados a entendernos porque el futuro de ambos países se construye en el ámbito hispano-marroquí. Estamos en una zona geográfica muy importante, somos referencia y tenemos influencia sobre nuestras perspectivas zonas. España, en Europa, con ese viraje de la política europea hacia el sur, y Marruecos en el Magreb y también en el resto de África.
Tenemos que trabajar conjuntamente. A nivel empresarial lo han entendido así desde siempre. Las relaciones económicas han ido a más. Ya son más de 17 mil millones de euros los intercambios comerciales entre ambos países.
Sin embargo, debemos trabajar también en otros ámbitos como el cultural y el social. Incentivar que la sociedad civil de ambos países colabore. Una de las cosas en la que hemos insistido en los últimos años es que se debe hacer un esfuerzo para recuperar todos los programas culturales de investigación científica y de colaboración entre universidades. Incentivar también el aprendizaje del español en Marruecos o salvaguardar el patrimonio español en el país son temas que se han dejado de lado y que debemos darle importancia porque nuestros lazos sociales y culturales son también muy relevantes.
Hay que trabajar también para que haya prensa en español en Marruecos y que la opinión pública española tenga el acceso a la información en español para ver lo que ocurre en el país vecino. Ahí Atalayar juega un papel muy importante. Os agradecemos el esfuerzo que hacéis cada día por acercar más aún el Estrecho. Esta es una oportunidad para que ambos gobiernos también piensen cómo mejorar la percepción en ambas orillas del Estrecho de Gibraltar.
Sin duda, la firma de acuerdos que están pendientes va a consolidar lo que es un nuevo impulso a las relaciones porque, como usted dice, los intereses estratégicos de los dos países son los mismos y hay que remar en la misma dirección.
Estamos muy ilusionados con esta cumbre, pero hay que concretizar proyectos y hay que destinar fondos para que podamos trabajar y acentuar esa alianza estratégica global. Nos consta que los últimos meses ha habido una agenda muy intensa. Por ejemplo, el embajador español en Marruecos, Ricardo Díez-Hochleitner, ha mantenido reuniones con casi todos los miembros del Gobierno marroquí.
Una relación entre los dos países también con la intención de que por ejemplo Argelia pueda cambiar su política y podamos ver una recuperación de sus relaciones con Marruecos, pero también bajo el paraguas de la Unión Europea. Hace pocos días que el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha estado en Marruecos. Creo que ahí España es un buen canal en esa relación transfronteriza para que la UE incremente su relación con Marruecos.
Sí, la política de vecindad sur de la Unión Europea siempre ha estado llevada a cabo tanto por Francia como por España. Creo que ésta puede jugar un papel muy importante en ese acercamiento en la Unión Europea. Lo dijo hace poco Josep Borrell cuando estuvo en Marruecos: “debemos estrechar los lazos”.
Marruecos es un socio estratégico de la Unión Europea y es en esta asociación por la que podemos trabajar otros ámbitos como lo es la cooperación euroafricana. Marruecos es un nudo de colaboración y de intercambio de experiencias entre países de la Unión Europea y países africanos y creo que se debe trabajar en este ámbito.
En cuanto a las relaciones entre Argelia y Marruecos, desgraciadamente el Gobierno argelino rechaza cualquier intermediación. Se ha intentado también por medio de países árabes. Pero la relevancia en las relaciones entre España y Marruecos supera con creces, por ejemplo, las relaciones comerciales que España tiene con Argelia. No podemos medirlos con los mismos indicadores.
Centrémonos ahora en fortalecer esas relaciones, la alianza estratégica entre España y Marruecos y juntos podemos incentivar que la Unión Europea tenga más peso en esta vecindad y en esta área geográfica que es el Mediterráneo sur.