Jugar algo parecido a los dieciseisavos de final de la Europa League o la fase de acceso para los terceros de grupo de Champions tiene un premio de 500.000 euros. Jugar los octavos de Champions suponen 9,6 millones de euros por los 1,1 de la Europa League; los cuartos de Champions 10,6 por 1,5 de la segunda competición europea; semifinales 12,5 por 2,4 de la Europa League y la final 15,5 por los 4,5 de la otra competición.

Esa es la realidad del Barcelona por segunda temporada consecutiva. Deja los grandes premios de la Champions por las limosnas de la Europa League, rivales con los que no hacer caja y viajes incómodos por Europa. Las palancas sobre las que tenía que apoyarse la temporada se han roto.

AFP/PAU BARRENA - El entrenador español del Barcelona, Xavi, durante el partido de entre el FC Barcelona y el Inter de Milán en el estadio Camp Nou
AFP/PAU BARRENA – El entrenador español del Barcelona, Xavi, durante el partido de entre el FC Barcelona y el Inter de Milán en el estadio Camp Nou 

El batacazo del Barça en Champions deja en evidencia el proyecto de Laporta con Xavi Hernández como el entrenador que nunca quiso y al que tuvo que sacar de Qatar a la fuerza para que hiciera de escudo y animara a la tropa.

Ocho goles a favor y siete en contra, cuatro puntos y el abismo si el Inter gana al Plzen, último de grupo, en el próximo partido de Champions. Esa realidad dejaría al Barça de Lewandowski, Raphinha, Dembelé, De Jong, Eric García, Marcos Alonso, Kessie o Ferran Torres disputando la ruinosa Europa League y a las puertas de un nuevo drama si no consigue ganar ese título.

AFP/PAU BARRENA - El delantero español del Barcelona Eric García compite con el delantero argentino del Inter de Milán Lautaro Martínez
AFP/PAU BARRENA – El delantero español del Barcelona Eric García compite con el delantero argentino del Inter de Milán Lautaro Martínez
El 3-3 ante el Inter de Milán dejó señalados a Piqué y a Busquets. El central lleva tiempo fuera del Barça, aunque hacerlo oficial supone un problema económico para el club. Su cabeza está en sus problemas personales y en sus negocios. Xavi le señaló directamente por el primer gol del Inter donde se confío demasiado teniendo en cuenta que formaba pareja con otro central que no rinde al nivel exigido como es Eric García.

Busquets también juega sus últimos minutos de azulgrana. Otro veterano señalado por Laporta por no querer bajarse el sueldo que ya no gobierna el centro del campo como lo podría hacer Gavi en su lugar.

REUTERS/ALBERT GEA - Alessandro Bastoni del Inter Milan en acción con Gerard Pique del FC Barcelona
REUTERS/ALBERT GEA – Alessandro Bastoni del Inter Milan en acción con Gerard Pique del FC Barcelona
Curiosamente, Lewandowski y Dembelé fueron los que dieron la cara y justificaron los fichajes del pasado verano con los tres goles del Barça. Incluso el extremo francés pudo ser expulsado tras una dura entrada.

El 3-2 del Inter culminó la debacle azulgrana. Un pase larguísimo de Onana sobre Lautaro Martínez que se desmarcó a una banda y que puso otro pase largo a Gosens que entró en el segundo palo. Tres pases para recorrer 100 metros en el minuto 89.
Atlético

REUTERS/JUAN MEDINA - El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone
REUTERS/JUAN MEDINA – El entrenador del Atlético de Madrid, Diego Simeone

Mientras el Barça espera la guadaña de la Europa League, el Atlético de Madrid sigue su travesía por el desierto una temporada más. Los ultras del Brujas destrozaron la Plaza Mayor de Madrid y a media tarde decidieron subirse al Metro y ver el partido que les enfrentaba al Atleti. Así es la vida de estos fanáticos de la violencia que tienen el fútbol como excusa.

Allí se juntaron con otra grada igual de impulsiva, pero que, al menos, no rompe nada. Si acaso unos gritos racistas, insultos a sus propios jugadores y coacciones a la directiva.

AP/MANU FERNÁNDEZ - El portero del Brujas Simon Mignolet atrapa el balón durante el partido entre el Atlético de Madrid y el Club Brujas
AP/MANU FERNÁNDEZ – El portero del Brujas Simon Mignolet atrapa el balón durante el partido entre el Atlético de Madrid y el Club Brujas 

El Atlético jugó uno de sus mejores partidos de la temporada, pero el 0-0 le pone en el apuro de tener que ganar dos partidos si quiere estar en octavos final en lugar de acompañar al Barça a la Europa League.

La tensión que se vive en el vestuario quedó demostrada cuando Simeone volvió a vapulear al delegado del equipo, el exjugador Pedro Pablo Matesanz con el único fin de que fuera a presionar al árbitro en una revisión del VAR. Unos gestos que ya ha repetido en otras ocasiones porque sus formas de afrontar un partido no son las mismas.

AFP/THOMAS COEX - El delantero francés del Atlético de Madrid Antoine Griezmann reacciona tras fallar una oportunidad de gol ante el Club Brujas
AFP/THOMAS COEX – El delantero francés del Atlético de Madrid Antoine Griezmann reacciona tras fallar una oportunidad de gol ante el Club Brujas

El otro punto de fricción de Simeone fue con Joao Félix, el portugués no ofrece nada al argentino y contra el Brujas estuvo 35 minutos calentando en la banda. El luso fue llamado dos veces para salir, pero algo pasó que fue enviado de nuevo a la zona de calentamiento. Cuando parecía que iba a salir en el 80, Witsel ocupó su lugar.
Los de Simeone necesitan ganar al Leverkusen y al Oporto para seguir en la Champions y no dar por terminado todo en octubre. La temporada será larga y sin un aliciente como los partidos europeos la tensión puede subir demasiado.

La jornada se saldó con otro gran partido del Nápoles, el mejor equipo de Europa hasta el momento, y su goleada 4-2 al Ajax que le ponen en octavos de final junto al Real Madrid, Bayern de Múnich, Brujas y Manchester City.